MARÍA JOSÉ GONZÁLEZ GALINDO
Viernes, 15 de abril 2016, 00:17
Altadis se avino ayer, como reclamaban los sindicatos, a considerar la oportunidad de reubicar en la fábrica de puros y puritos de Cantabria a trabajadores afectados por el cierre de la factoría riojana previsto, en principio, para el 31 de diciembre. Sin embargo, el número ... ofertado por la empresa (139 traslados que exigirán otras tantas prejubilaciones en la factoría cántabra), no satisfizo las expectativas sindicales. La representación de los trabajadores requiere a la empresa «un esfuerzo» para elevar esa cifra.
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Por otra parte, fuentes de la negociación añadieron que la segunda propuesta que les presentó ayer la dirección para trasladar a 106 trabajadores a Polonia (98 a Radom y ocho a Tarnowo) y a otros 32 a Alemania «no es realista, aunque sea una opción que se pueda plantear la gente más joven». Y no es así, justificaron, porque los reubicados en Polonia «sólo disfrutarían durante tres años de los salarios españoles y a partir de entonces pasarían a cobrar el sueldo polaco». Y, en el caso de Alemania, porque las dificultades están relacionadas con los puestos de trabajo. «Por ejemplo -explicaron- aquí hay bastantes mecánicos y allí no hay plazas». Por ello, los sindicatos insisten en que su opción preferente para la reubicaciones sigue siendo Cantabria.
Respecto al cambio de opinión de la empresa que hasta ayer se había negado a tomar en consideración la factoría cántabra como destino para parte de los excedentes riojanos, los sindicatos recordaron que «esta ha sido siempre la dinámica que se ha seguido en la compañía y contábamos con ello».
Las ayudas
Por su parte, la empresa informó a través de un comunicado de que las condiciones para los trasladaos a Entrambasaguas prevén «una ayuda para vivienda durante cinco años, además de los costes de mudanza y de una bolsa económica para incentivar el traslado». Respecto a las condiciones de traslado a las fábricas de Polonia o Alemania «incluyen, entre otros, los gastos de traslado y mudanza, una asignación económica de compensación por la diferencia del coste de vida, ayuda para alquiler de vivienda, gastos de escolaridad para hijos entre 4 y 18 años, y clases de idioma para el empleado y su familia».
En este sentido, la compañía sostuvo que «con estas distintas opciones de recolocación interna» se produce un «avance significativo» en la negociación y confió en «alcanzar el mejor acuerdo posible para todas las partes antes del 30 de abril», día límite para la negociación.
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Los sindicatos discrepan. Según subrayaron, «vamos a andar justos para cumplir ese límite», ya que «hoy -por ayer- se ha dado un paso, pero todavía queda mucho por negociar». Además, destacaron que la compañía tiene pendientes dos compromisos asumidos ante el comité europeo: «Un plan de reindustrialización para la zona y acciones destinadas a reciclar a los trabajadores para que puedan acceder a otros trabajos en la comunidad».
Por último, y según ha tenido conocimiento este diario, siete trabajadores han causado baja en la plantilla (471) hasta el día de ayer: uno se ha jubilado, un trabajador eventual se ha ido y cinco han suspendido sus contratos de forma voluntaria para incorporarse a otras empresas. Estos últimos no perderán el finiquito cuando cierre Altadis, que los sindicatos esperan «retrasar lo máximo posible».
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