r.g.l.
Jueves, 31 de marzo 2016, 17:10
Isabel Ayala y María Ángeles Barcones llevan ya casi una década tras los mostradores de su negocio, la juguetería educativa Activity, un sueño que nació con la muerte de la planta de Electrolux de Fuenmayor.
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«Yo llevaba 15 años cuando se cerró la fábrica ... y nos pilló a todos bastante de sopetón, muy mal. Cada día te costaba más ir a trabajar porque no sabías lo que te ibas a encontrar allí y la verdad es que lo pasamos fatal durante ese año y medio. Yo salí en enero tres meses antes del cierre», resume Isabel. «Yo había cumplido cuatro y me mandaron a casa en noviembre», tercia, por su parte, Marian, quien recuerda que «muy pronto, en febrero o marzo, empezamos a hablar de poner en marcha este negocio». «Era algo que habíamos comentado, que nos gustaba y que nos permitiría trabajar sin volver a tener a nadie por encima», añade Isabel, quien admite que «fue una apuesta arriesgada porque el comercio es así y más con la crisis en la que todo nos repercute y más a los pequeños, donde todavía la recuperación se nota poquito».
El anunciado cierre de Altadis ha resucitado sus viejas pesadillas. «A mí me ha afectado mucho porque he vuelto a recordar lo que sufrí en aquella época. El consejo que les daría es que no se desanimen, que hay que tirar para adelante porque siempre hay una salida», asevera Isabel, un diagnóstico con el que coincide Marian: «Tienen que luchar y tratar de salir adelante».
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