Las carreteras nacionales y autonómicas recuperan el tráfico anterior a la crisis

La N-232 es la carretera estatal que más impulso cobró el año pasado, especialmente en el punto kilométrico 367 (Pradejón), donde se registró el paso diario de 11.594 vehículos (por encima del dato del 2007), lo que supone un aumento del 28,1% respecto al 2014. La misma nacional, pero en el punto kilométrico 444 (Briones), también registró su segunda mejoría anual consecutiva, aunque más moderada (4,6%). Asimismo, la N-111 (Nieva de Cameros) superó en el 5,3% el año pasado el IMD del 2014. Peor evolución, sin embargo, registró la A-12, cuya estación de aforo para medir el tráfico diario se localiza en Nájera. Si bien en el último ejercicio registró un crecimiento de la circulación del 5,7%, desde el año previo a la crisis acumula una caída del 6,6% (985 vehículos menos en términos absolutos que en el 2007).

En cuanto a las vías de titularidad autonómica, la prolija información facilitada por el Servicio de Carreteras del Gobierno regional permite constatar que su evolución durante la crisis fue, en general, similar a la registrada en el conjunto del país, «con máximos de IMD en el 2009 y mínimos a finales del 2013 o principios del 2014». No obstante, y como en el caso de las nacionales, las vías regionales mejoraron sus resultados el año pasado.

Los datos del Servicio de Carreteras se centran sobre los diez tramos de la red autonómica con mayor intensidad media diaria de circulación tanto en días laborales como en el global medio de la semana, como se puede observar en los cuadros inferiores.

Por recorridos, Carreteras señala que la LR-131 entre Logroño y el polígono de Cantabria ha perdido unos 2.500 vehículos por sentido de circulación desde la inauguración de la conexión entre la circunvalación LO-20 y Navarra en Recajo. En días festivos y los sábados por la tarde, «el retroceso supera el 60%». Otros factores que también explican un menor volumen de tráfico en este tramo son «el cierre de varias industrias del polígono y parte de los pequeños comercios» de un centro comercial de la zona.

En cuanto a la LR-250 en Villamediana de Iregua, los técnicos del Gobierno regional recuerdan su evolución ascendente entre el 2005 y el 2009 como consecuencia del fuerte desarrollo urbanístico del municipio. Registró mínimos de tráfico de unos 15.000 vehículos en el 2012 y el 2013, pero «la recuperación económica y el incremento de residentes» en la localidad permitió cerrar el 2015 con un IMD de casi 21.500 ligeros y pesados.

La LR-134, por su parte, se mantiene estable en torno a los 13.000 vehículos entre Calahorra y el límite provincial con Navarra, una recuperación que también se nota en esta misma vía a su paso por Autol. No obstante, esta autonómica se ha visto afectada por la «menor» actividad industrial de la zona.

La LR-111 mantiene «estables» sus cifras tanto en Haro como en Santo Domingo, aunque en este último tramo «se ha producido un descenso notable de los viajes de ocio, que se aprecia especialmente en los puentes, Semana Santa, etcétera». «En el 2008 llegaron a medirse más de 10.000 vehículos en un Miércoles Santo, mientras que ahora no se alcanzan los 7.000», apunta el Servicio de Carreteras riojano.

La misma tónica de recuperación a partir del 2014 anotó el resto de las vías autonómicas analizadas. Entre ellas, la LR-124 que lleva de Logroño al límite provincial con Álava (cerca de 7.700 vehículos diarios). Con todo, destaca de forma especial, la LR-123 en Arnedo, con un incremento del IMD del 92,7% favorecido por las modificaciones en el interior de la ciudad del calzado y en las carreteras de su entorno.

Por su parte, las obras incidieron en los datos del 2015 que arrojaron la LR-255 en Alberite y la LR-256 en Albelda, mientras que el año terminó con repuntes del tráfico en la LR-136 en Tricio y la LR-113 en Arenzana.

En cuanto a la AP-68, la evolución del tramo riojano (Haro-Alfaro) fue más positiva que la del conjunto de la autopista. En la ilustración superior se puede comprobar cómo a lo largo de los últimos ocho años, el tráfico de la Vasco-Aragonesa cayó el 10,7% en su recorrido por La Rioja, mientras que en el conjunto de la vía, el descenso fue del 18,7%. En tasa interanual (2015 en relación con el 2014), el IMD del corredor riojano mejoró el 6,7%, siete décimas más que el global de la AP-68.