La Rioja atrae más

Los profesionales del ramo cimentan sus expectativas en el grado de reservas confirmadas hasta ahora, pero también en la confianza que se respira entre la clientela y que está conduciendo a algo inédito desde el inicio de la crisis: un leve repunte en los precios de parte de los hoteles riojanos después de años abonados a la contención cuando no a la rebaja.

El presidente de la Asociación Riojana de Hoteles, integrada en la FER, confirma el diagnóstico. De acuerdo con los datos que maneja Demetrio Domínguez, las jornadas centrales de Semana Santa son las más demandadas y anuncian una proliferación máxima de visitantes.

La reservas para viernes y sábado superan el 90% -hasta el 95% incluso en los establecimientos ubicados en Logroño- que el Jueves Santo y el Domingo de Resurrección se ciñen a un tampoco nada despreciable 80%. En una época tradicionalmente favorable a los intereses turísticos de la región como destino idóneo para escapadas de corta duración, las cifras no sólo mantienen esa tendencia histórica sino que ofrecen visos de mejora de la rentabilidad tras los «batacazos» que, como reconoce Domínguez, han sufrido no pocos establecimientos a consecuencia de la coyuntura económica. A su juicio, ese contexto deber ser la palanca «para que este 2016 será el de la consolidación de La Rioja cono destino turístico de interior preferente» y la ratio de pernoctaciones rebase las 1,7 hasta alcanzar al menos las 2.

Las casas rurales respiran el mismo aire entusiasta. Ascarioja, la asociación que agrupa al grueso de los establecimientos de estas características con más de 900 plazas disponibles, estima en el 95% el grado de ocupación durante Semana Santa, lo cual supone prácticamente cinco puntos más que en el mismo periodo del anterior ejercicio. Portales especializados del ramo como Toprural ratifican la previsión y conceden para La Rioja un grado de ocupación del 82%, situando la región entre las más demandadas y cuatro puntos por encima de la media nacional.

El actual presidente de la entidad, Joaquín Sanz, añade a ese dato el buen comportamiento de la ocupación tanto en enero como en febrero: «Se está demostrando que las casas rurales riojanas están haciendo las cosas bien y empiezan a recogerse los resultados». En su caso, los precios tienden a la estabilidad con una notable inversión tanto en servicios como en promoción que, de acuerdo con sus datos, oscila entre 500 y 3.000 euros por propietario. Una inyección económica encaminada a estimular cada establecimiento en particular pero también la marca Rioja en su conjunto, apoyados también en la tarea del Gobierno regional en este mismo sentido. «El esfuerzo de promoción conjunto entre propietarios y Administración afianza las posibilidades turísticas de la región», remacha sin olvidar otro de los objetivos prioritarios más allá de una fechas favorables para los intereses riojanos: atraer a más turistas extranjeros cuyo volumen es ahora prácticamente residual como clave de la desestacionalización.

Los campings también comparten unas perspectivas favorables ante la inminente Semana Santa. El presidente de su asociación en La Rioja y responsable de las instalaciones de Haro, Carlos Contreras, apunta como principal síntoma de ese «retorno de la confianza» el adelanto de las reservas que otros años se demoraban hasta última hora. Con el 100% de ocupación en bungalows, Contreras confía en extender esa previsión los próximos meses.