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CASIMIRO SOMALO
Domingo, 7 de febrero 2016, 21:07
Logroño. La abundancia de agua y comida durante el año pasado propició un incremento de la población reproductora que se ha hecho notar en lo que llevamos de temporada de caza mayor. Cuando se ha superado la mitad del periodo de caza y se han ... contabilizado 445 actas de batida, las capturas actuales de jabalí ascienden a 1.295 piezas, lo que supone un incremento del 31%. Algo parecido ha sucedido con el corzo. De las 259 capturas realizadas en el mismo periodo de la temporada anterior se ha pasado a las 336 en la actualidad.
Esta tendencia al alza también se observa con el venado, aunque en menor medida (1.002 frente a 909). Sus capturas continúan en un proceso de moderación, debido a la menor población de esta especie.
Ante la incidencia de la sarna y una mayor presión sobre el ciervo, los planes de caza incrementaron las capturas con un claro objetivo de saneamiento y mejora de la calidad de los ejemplares. Por ello se pasó de los 1.217 ejemplares capturados en el 2003-2004 a los 2.418 ejemplares (casi el doble) en la temporada 2010-2011, lo que ha permitido estabilizar las poblaciones.
Entre las causas que han podido contribuir, según Medio Natural, está un mayor respeto de los cazadores por los ejemplares de menor tamaño y, también, las grandes nevadas de finales de enero y febrero del año pasado que impidieron ejecutar las cacerías previstas.
Miguel Urbiola, director general de Medio Natural, destaca también la abundancia de comida en el campo, lo que había supuesto partos de rayones más numerosos que en otras temporadas.
Por comarcas, el valle del Najerilla y el Iregua son las zonas con mayor cabaña de jabalíes de La Rioja, siendo el medio y bajo Najerilla y el medio Iregua las que más capturas aportan en las batidas. Los bosques de robles y encinares de estas zonas son las que más recursos ofrecen para la cría de las piaras.
Por el contrario, los valles del Oja y Cárdenas, en los que predomina el hayedo, ven sus capturas más influenciadas y son más o menos numerosas de una temporada a otra por la producción de bellotas de los mismos. La zona media del Oja es más estable por las masas de rebollo existentes.
Encinares y coscojares explican un mayor nivel de capturas en la zona de los montes Obarenes y Sierra de Cantabria.
Los valles del Leza, Cidacos y Alhama, con menor vegetación, más seca y con menos producción de bellotas son los que menos capturas aportan al conjunto de la caza en la comunidad autónoma.
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