El pago está en el interior

El 'pago integrado' se generaliza en los móviles: conózcalo para evitar sorpresas

Pablo Álvarez

Jueves, 28 de enero 2016, 22:15

Las aplicaciones para móviles son, en su mayoría, gratuitas. Pero también son, en su mayoría, de pago. Y no, no es una contradicción: desde hace ya un tiempo casi todas las apps (y sobre todo los juegos) han adoptado un modelo de negocio por el ... que inicialmente todo es gratuito... hasta que deja de serlo. Y conviene conocer cómo es ese funcionamiento, sobre todo si su dispositivo suele estar en manos de los niños, para evitarse problemas después.

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Aunque este modelo de negocio funciona para todas las apps, donde más claramente se puede ver es en los juegos. La descarga es gratuita, y el juego es totalmente operativo: en algunos casos hay niveles a los que no se puede acceder sin pagar, pero habitualmente el funcionamiento es bastante más sutil y, por eso, más efectivo.

Los primeros niveles son sencillos. Y adictivos. El usuario va pasando pantalla tras pantalla, con dificultad progresiva, sin tener que gastar ni un duro en ello. Y en realidad, el juego permite que se pueda estar así siempre, jugando sin pagar. ¿Cómo, pues, esperan sacar dinero los programadores? Apelando a la competitividad de los jugadores: todos queremos ser los mejores, pasar ese nivel, superar al rival (o al amigo aún más). Un rasgo acentuado por el carácter cada vez más social de los juegos, que permiten (como poco) ver qué han hecho tus amigos de Facebook en esos mismos niveles o incluso competir directamente con ellos.

Y ahí viene el pago: el juego vende armas más sofisticadas o monedas con las que comprar elementos que permiten pasar los niveles con más facilidad o hacer que el superhéroe que manejas sea más poderoso. Son, además, pagos que empiezan en lo simbólico (desde menos de un euro) pero que en algunos casos puede ser elevados: 'Star Wars Galaxy of Heroes', un juego bastante popular nacido al aire del último estreno de la saga, ofrece comprar un 'pack' de cristales para mejorar a tus personajes. A más cristales, más dinero. Desde 1,99 hasta casi 100 euros.

Otro ejemplo: uno de los reyes de los juegos para móviles de todos los tiempos, el Candy Crush, ofrece paquetes de lingotes (para poder jugar más niveles, o con más facilidad) desde 0,99 hasta 74,99 euros.

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En inglés, el asunto se llama 'in app purchase', y se suele traducir como 'compras dentro de la aplicación' o 'compras integradas'. Busque esas palabras, porque cuando usted entre en la tienda de aplicaciones (App Store para los iPhone y iPads, Play Store para los Android) las verá muchas veces.

El juego es lo dicho, completamente operativo de modo gratuito. Pero conviene saber que la frustración juega a favor del gasto: llegará un momento en que un pequeño gasto de dinero permita por fin superar ese nivel que nos lleva frustrando dos días. Y ahí llega la compra.

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Es bueno que los consumidores conozcan cómo funcionan estas apps, tanto psicológica como técnicamente. Sobre todo, en el muy frecuente caso de que el móvil sea usado por menores. Y algunos consejos son útiles:

- Use contraseñas: en los ajustes de su teléfono encontrará la opción para proteger sus compras con contraseña. Es un filtro de seguridad para niños... y para usted mismo. Si tiene que introducir una contraseña antes de cada compra, se lo pensará dos veces.

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- Úselas siempre: tanto en iOS como en Android existe la posibilidad de que no tenga usted que introducir la contraseña de nuevo durante un periodo determinado, por ejemplo 30 minutos después de haber hecho una compra. Olvídelo: de nuevo, una pequeña barrera psicológica (y contra los niños) no le vendrá mal.

- Que sea sólo suya: si ya a los adultos nos cuesta resisitir a la bien pensada mecánica de las compras dentro de los juegos, a un menor le cuesta más. No es desconfianza: es seguridad.

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