Fachada central de la factoría riojana. :: Sonia tercero

Cádiz compró a Altadis la fábrica que cerró y ahora puja por el suelo otra tabaquera

En La Rioja, la empresa galletera Arluy adquirió las instalaciones de Lear tras su cierre, mientras que la venta de Electrolux a Solaria fracasó con la crisis

A. GIL

Jueves, 21 de enero 2016, 19:11

¿Qué pasará ahora con la planta de Altadis si se consuma, como todo parece indicar, el cierre de la factoría el próximo 30 de junio? El último cerrojazo de una tabaquera en España se produjo en el centro de producción de Cádiz que, con ... una trayectoria histórica incluso superior a la de Tabacalera en Logroño (en la cuidad andaluza la primera fábrica data de 1741 y fue creada por Felipe V), produjo su última cajetilla el 27 de junio del 2013.

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  • Superficie. La planta de Agoncillo fue inaugurada el 26 de junio de 1978. Ocupa un terreno de 214.694 metros cuadrados y su plantilla está compuesta actualmente por 471 personas, de las que el 70% son hombres y el 30% restante mujeres.

  • Equipamiento. Cuenta con un elevado nivel tecnológico, hasta el punto de ser una de las fábricas de cigarrillos más competitivas de Europa.

Los terrenos de la tabaquera, 150.000 metros cuadrados, fueron adquiridos, en junio del año pasado, por la Zona Franca de Cádiz, una sociedad pública de promoción empresarial, por 37,5 millones de euros. Una empresa, Friking, especializada en la fabricación y estampado de camisetas ya está allí ubicada, mientras que Zona Franca hizo recientemente una oferta pública parcial del resto de los terrenos de Altadis a la que, sorprendentemente, se ha presentado una oferta de una tabaquera. El consorcio público está valorando en la actualidad la oferta, sus propuestas de empleo de inversión y plazo para ver si la considera viable.

Precedentes en La Rioja

También existen precedentes en la Comunidad riojana sobre el cese de actividad de grandes compañías. El último, el cierre de la multinacional del automóvil Lear. La empresa logroñesa de galletas Arluy adquirió 25.000 metros cuadrados que antes ocupaba Lear para, tras una inversión de diez millones de euros, poner en marcha un nuevo centro para duplicar su producción.

El otro precedente, en este caso sin éxito, fue Electrolux. Después de que la multinacional sueca decidiese cerrar su centro de actividad en Fuenmayor, el Gobierno regional intermedió en la aparición de Solaria, que se presentaba con un importante proyecto de fabricación de placas solares que iba a recolocar prácticamente a los despedidos de Electrolux.

Sin embargo, el proyecto chocó con la crisis económicas y con el fin de las ayudas a las energías renovables, por lo que la actividad industrial esperada nunca llegó a ponerse en marcha. Hoy por hoy, Solaria sigue siendo propietario de los terrenos, aunque sin actividad real industrial.

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