A. GIL
Miércoles, 20 de enero 2016, 17:40
La industria tabaquera se ha visto sometida en las últimas décadas a multimillonarios procesos de concentración (cuatro empresas, entre ellas Imperial Tobacco, copan casi el 60% del mercado mundial). En España, un país con histórica tradición tabaquera, la gran referencia fue la empresa pública Tabacalera. ... En 1998 fue privatizada y, tras un durísimo plan de ajuste laboral, se fusionó con la francesa Seita. De ahí nació Altadis (año 2000) y desde 1999 se han cerrado doce plantas en España y se han despedido a 6.000 trabajadores de la antigua Tabacalera.
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La factoría riojana ha ido recibiendo producción, y empleados, de los centros que la compañía (adquirida en el 2008 por el gigante Imperial Tobacco) iba clausurando. Ahora le ha tocado el turno a la planta de Agoncillo: su producción la asumirán otras fábricas europeas. Imperial mantendrá así una única fábrica en España (puros y puritos) en Cantabria, mientras que desaparece toda la producción de cigarrillos. Solamente queda en activo una planta de cigarrillos en España, en Canarias, propiedad de la japonesa JTI.
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