Secciones
Servicios
Destacamos
JAVIER ALBO
Viernes, 15 de enero 2016, 12:48
Además de a los turistas, Ezcaray atrae a los camiones, sobre todo a los que van cargados de naranjas y mandarinas. Eso sí, luego hay que emplearse a fondo en sacarlos, como ocurrió ayer con el trailer frigorífico que se quedó atascado en el conocido ... como puente de Canillas, a kilómetro y medio de la aldea de Posadas, o, hace dos meses, con otro vehículo idéntico que acabó en una pista forestal del paraje de Montehondo, tras ascender por la sinuosa carretera de Bonicaparra.
LEER MÁS
Finalmente resultó que los dos camiones no eran el mismo, como se dio a conocer la noche del miércoles. Quienes intervinieron en los 'rescates' de ambos estaban convencidos -así lo transmitió también el alcalde de la villa-, que se trataba de la misma cabeza tractora, dado que las dos tenían una similar rotura en los guardabarros. A ello ayudó el ser de la misma marca, transportar la misma mercancía y verse inmersas en idénticas circunstancias. Ayer comprobaron que las matrículas no coincidían. Eso sí, aseguraron que eran de la misma empresa.
El de ayer salió de Valencia cargado con 22 toneladas de cítricos que debía llevar a Suecia. Por alguna razón relacionada, posiblemente, con algún tipo de convenio con algún surtidor para el repostaje, el vehículo debía pasar por Irún. Lo que todavía no se sabe bien es por qué -otra vez- el GPS le llevó a atravesar Ezcaray y pasar junto a las aldeas de Zaldierna, Azárrulla y Posadas, hasta quedarse atascado en el puente, algo que algunos atribuían más a una puntual falta de pericia del conductor que a la imposibilidad física de atravesarlo. «Por aquí ha pasado la vuelta ciclista a España varias veces y vienen con camiones grandes», señalaba junto al vehículo un vecino mientras señalaba la pista forestal que lleva a la Cruz de la Demanda.
Íñigo Capellán, que colabora asiduamente con la Benemérita y el Gobierno de La Rioja en labores en el monte y carreteras, argumentaba que «ha debido tomar la curva muy cerrada; al maniobrar para corregir le ha hecho la tijera y dos de las ruedas se han quedado en falso». Un movimiento erróneo y el vehículo podía caer al río, por lo que ni él mismo, curtido en estas lides, se atrevió a intentarlo con el tractor.
El camión se quedó allí toda la noche, con su conductor pernoctando en la cabina y un vehículo al otro lado del puente, sin poder cruzar. Sobre las 9 horas de ayer llegó una grúa de la empresa 'Hormigones Valer', que sacó el remolque de las proximidades del barranco y lo enderezó sobre el puente para que, en torno a las 10.30 horas, el agradecido conductor ruso, tras pagar a tocateja la grúa y dar la vuelta en El Ortigal, retomara el rumbo a Suecia.
Antes de estos dos últimos ha habido otros camiones perdidos. Capellán recuerda, al menos, dos más, uno de ellos por Pazuengos. Seguramente no sea la última vez que un GPS vuelva a traer naranjas a la villa, aunque nadie las haya catado. Como escribió una internauta en Facebook, «es lo que tiene Ezcaray: si vienes una vez vuelves fijo».
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.