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ROBERTO GONZÁLEZ LASTRA
Viernes, 13 de noviembre 2015, 19:48
El 'puerto seco' de Arrúbal permanece cerrado desde el pasado año. El descarrilamiento de la 'Estación de Contenedores Marítimos de La Rioja' supone el penúltimo fracaso en la estrategia por revitalizar la terminal de mercancías, que ha regresado a la inactividad que la acompaña desde ... su nacimiento.
La conexión ferroviaria directa con el puerto de Barcelona, el 'puerto seco' de La Rioja, fue impulsada por dos firmas riojanas -Ingeniería Olarte Uriz y Transportes Garlez-, que tras más de dos años de trabajo e intensas negociaciones firmaron un contrato de colaboración con la gigante naviera china Cosco, una rúbrica escenificada en el Palacio de La Moncloa el 25 de mayo del año 2012 en presencia de Mariano Rajoy y del presidente de la Asamblea Nacional Popular de China, Wu Bangguo.
La recién nacida Cospain Rioja S.L. firmó a continuación un convenio con ADIF (Administrador de Infraestructuras Ferroviarias de España), la empresa pública dependiente del Ministerio de Fomento, por la que se convertía en gestora en régimen de alquiler de la estación ferroviaria de mercancías de El Sequero, en Arrúbal.
En la mañana del 4 de febrero del 2013 hacía su entrada en la terminal riojana el primer tren procedente del puerto barcelonés, un convoy cargado con 20 contenedores con conservas, productos químicos no contaminantes, minerales y materiales siderúrgicos procedentes de China, India, Perú, Alejandría... Fue el primer viaje de un servicio que preveía tres conexiones ferroviarias semanales (lunes, miércoles y viernes) directas a la plataforma que Cosco (la segunda naviera del mundo en transporte marítimo internacional, propietaria de más de 800 buques y con actividad en 1.600 puertos de 160 países) posee en las instalaciones portuarias barcelonesas. Además, Cospain Rioja tenía prevista la ampliación posterior de su servicio a los puertos de Valencia y Bilbao.
Sin embargo, el sueño logístico empezó a torcerse pronto hasta su muerte. «No fuimos capaces de poderlo mantener. La crisis influyó, por supuesto, pero es que, además, había una descompensación entre el volumen de entrada y el de salida, ya que unas veces nos venía el tren lleno y lo teníamos que devolver vacío; y otras, teníamos mercancía para sacar pero no podíamos traer el convoy porque no había importación suficiente», recuerda uno de sus socios, José Ramón Leza, en declaraciones a Diario LA RIOJA. «Esa situación nos llevó a una serie de gastos enormes que no hacían rentable el negocio, ya que el tren costaba unos 15.000 euros ida y vuelta y si no eres capaz de aprovechar los dos flujos, pues estás muerto», remacha.
Aunque el acuerdo con ADIF y su colaboración fueron excelentes, Leza no oculta algunos problemas: «La estación es pequeña y no caben trenes de 400-500 metros, tenías que traerlos de 200 y, pese a todo, partirlos en dos para descargarlos, lo que encarecía el proceso», un inconveniente añadido al exceso de competencia cercana: Miranda, Vitoria, Castejón, Tudela, Zaragoza. «La ubicación no es la adecuada porque eres competitivo de Arrúbal hacia arriba, a Haro y Santo Domingo, pero no hacia La Rioja Baja, con toda la empresa que hay en Arnedo y la industria agroalimentaria de Calahorra y Alfaro, ya que aquí tienes que volver a hacer kilómetros para atrás», concluye Leza.
Tras una agonía de meses, el 'puerto seco' cerró en marzo del pasado año y la estación de mercancías de Arrúbal retornó a su histórica inactividad, la misma que la ha acompañado desde su puesta en funcionamiento en el 2001. El proyecto del soterramiento del ferrocarril en la capital riojana obligó al traslado de la logroñesa terminal de carga y descarga y las autoridades optaron por una nueva instalación junto a El Sequero, una construcción en la que el Ministerio de Fomento y el Gobierno de La Rioja invirtieron, al 50%, casi 3,3 millones de euros con una previsión de un millar de vagones de mercancías anuales.
La realidad fue radicalmente distinta: desde el 2007 el tráfico se redujo a sólo un tren semanal en cada sentido, una intensidad que pasó a dos semanales en cada sentido a partir del 2013 y que se mantiene hoy en día, según confirmaron ayer a este periódico fuentes de ADIF. Se trata, en su mayoría, de transportes de productos siderúrgicos para las empresas conserveras riojanas.
Sin planes de futuro
El Gobierno de La Rioja eludió ayer hacer comentario alguno por ser competencia exclusiva de ADIF. Mientras, la empresa pública dependiente de Fomento confesó que no tiene plan alguno a corto o medio plazo para la terminal, aunque sí destacó el interés en su promoción. «La estación está a disposición de cualquier empresa ferroviaria homologada que esté dispuesta a realizar servicios complementarios y auxiliares», aseguraron las mismas fuentes.
Sin embargo, los sectores implicados no son optimistas. «La estación de Arrúbal despertó en su momento un cierto interés, pero al final sus operaciones han sido muy pocas y hoy está muerta y lamentablemente no le veo futuro alguno», admite Daniel Marín, presidente de la Entidad de Conservación de El Sequero, quien destaca que «éste es el polígono industrial más grande de La Rioja y cuenta con dos centenares de empresas, pero excepto unas pocas, la mayoría somos de pequeño y mediano tamaño, con lo que no se genera un volumen de negocio estable para que el puerto seco o la estación funcionen de forma continua y sean estables».
«No sé las razones del fracaso, pero la estación está muerta y el único uso hoy en día creo que se lo da Crown, que trae bobinas de Arcelor, cerca de Bilbao. El resto opta por el transporte de carretera porque te ofrece la flexibilidad que no te da la intensidad de tráfico ferroviario que tienes aquí», remacha Marín.
Desde ATRADIS, su presidente, Santiago Gutiérrez, coincide en que «en La Rioja no tenemos una gran estructura industrial; hay agroalimentación, calzado, algo de automoción y poco más. No se generan mercancías suficientes para una terminal que tiene, además, muchas deficiencias, ya que no caben trenes grandes, y que está en medio de ninguna parte frente a Zaragoza y Vitoria, mucho mejor comunicadas».
Mientras, Francisco Javier Arnedo, presidente de la Asociación de Empresarios de Transporte de Mercancía y Logística de La Rioja (CETM La Rioja) y vocal de la Cámara de Comercio, considera que «ni la estación ni el 'puerto seco' han funcionado nunca porque no se han dejado en las manos de los profesionales. Por eso, estamos convencidos que su futuro pasa por la unidad en un asociación de todos los sectores riojanos implicados».
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