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DARÍO MENOR
Jueves, 5 de noviembre 2015, 13:01
Para conseguir que alguien sea declarado santo es tan importante el dinero que se esté dispuesto a poner encima de la mesa como los milagros que se hayan producido gracias a la intercesión del fallecido. Lo saben bien las congregaciones religiosas más modestas, que se ... ven obligadas a buscar fondos hasta debajo de las piedras para conseguir que la Iglesia canonice a aquella monja o padre que gozó de fama de santidad durante su vida. El nuevo escándalo de filtraciones de documentos confidenciales de la Santa Sede, conocido como 'Vatileaks 2', ha desvelado cuánto cuesta un proceso de beatificación o de canonización: la cosa sale por una media de 500.000 euros, aunque si se suman los regalos que suelen hacerse a los prelados que participaron en la causa y el coste de las fiestas para celebrar el ascenso a los altares, la factura puede subir hasta los 750.000 euros.
La cifra la aporta Gianluigi Nuzzi en 'Vía Crucis', el libro donde recoge la documentación confidencial que le habría entregado el sacerdote riojano Lucio Vallejo Balda, retenido en una celda del Vaticano desde el pasado fin de semana.
Vallejo Balda sabía que estaba en el punto de mira de los responsables vaticanos. Incluso esperaba ser detenido. Así lo asegura el diario El País, que incluso asegura que el religioso de Villamediana llegó a contratar a dos guardaespaldas pagados de su bolsillo porque, decía, "las "mafias del Vaticano" habían puesto precio a su cabeza. "El sábado, al despertarse, miró por la ventana y dijo: Ya están aquí. Vienen a por mí", asegura el diario.
Visita diplomática
Vallejo ha sido visitado hoy por un diplomático de la embajada española ante el Vaticano. El encuentro se produjo en una sala del Cuartel de la Gendarmería vaticana y fue a petición de la Embajada española, agregaron las fuentes. El sacerdote riojano "está bien" y recibe "buen trato", según explicaron fuentes diplomáticas.
Vallejo Balda se encuentra detenido en las mismas dependencias en las que permaneció arrestado Paolo Gabriele, que fue mayordomo del papa Benedicto XVI y condenado a 18 meses de prisión por el robo y difusión de documentos del pontífice en lo que se conoció como el escándalo "Vatileaks".
La de hoy es la primera noticia que se tiene del estado del sacerdote español, tras cuya detención el pasado fin de semana la Santa Sede no ha dado hasta el momento información sobre dónde se encuentra ni sobre el procedimiento abierto contra él por la justicia vaticana
Los postuladores
También fue arrestada por esta filtración la laica italiana Francesca Chaouqui, quien coincidió con el sacerdote español en la comisión creada por el Papa para estudiar cómo realizar la reorganización administrativa y económica de la Santa Sede. Nuzzi utiliza los papeles de ese grupo de trabajo para mostrar la incapacidad de buena parte de la Curia romana para gestionar el dinero, pues son continuos los pufos y los derroches.
El libro denuncia que los postuladores (los encargados de abrir las causas y preparar los informes sobre el aspirante a la santidad) están fuera del control de la Congregación para las Causas de los Santos, el 'ministerio' vaticano que se encarga de esta labor. En 'Vía Crucis' se habla de un documento, proveniente de la comisión de la que formaban parte Vallejo y Chaoqui, en el que el cardenal Angelo Amato, prefecto del citado 'ministerio', reconoce que no sabe cómo gastan los postuladores el dinero destinado a desarrollar su labor. Según los papeles a los que Nuzzi tiene acceso, habría un mal funcionamiento en el sistema ideado para que las causas más ricas cedan parte de sus fondos a las más pobres. El aspirante a beato o santo que no tiene detrás a donantes pudientes, ya sean laicos, diócesis o congregaciones religiosas, puede quedarse siglos esperando a alcanzar la gloria de los altares.
El Vaticano trata de agarrarse al hecho de que los documentos filtrados son de 2013 y 2014 para intentar minimizar el impacto del caso 'Vatileaks 2'. El portavoz de la Santa Sede, el jesuita Federico Lombardi, aseguró ayer que el ambiente de «confusión, la falta de transparencia y búsqueda de intereses individuales o incorrectos» que se desprende de los informes ha quedado «superado» por las reformas de Francisco. Pese a estos intentos por calmar las aguas, los escándalos se suceden: ayer se confirmó que hay una investigación abierta a un conocido financiero italiano, porque habría utilizado el organismo que controla el patrimonio de la Santa Sede para lavar dinero negro.
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