El enlace entre la LO-20 y la AP-68 estará finalizado en el 2016

Así lo han explicado hoy los responsables de la Dirección General de Carreteras que trabajan en estos proyectos, en una visita a las obras del director general de Carreteras del Ministerio de Fomento, Jorge Urrecho; del presidente del Gobierno de La Rioja, José Ignacio Ceniceros; y de la alcaldesa de Logroño, Concepción Gamarra.

El enlace entre la LO-20 y la AP-68 completará el nudo de carreteras puesto en marcha hace meses para unir la circunvalación de Logroño, que es un tramo de la N-232, con la Autovía del Camino (A-15) hacia Pamplona, en la misma zona donde se accede también al aeropuerto riojano y a una base militar.

Este enlace, cuyas obras tienen un presupuesto de 16 millones de euros, permitirá un acceso directo a la autopista, sin abandonar una vía de doble carril, como hay que hacer ahora; se realizarán obras a lo largo de 5 kilómetros y se construirá un peaje para acceder a la autovía en dirección Bilbao o Zaragoza.

El enlace que se construye permitirá entrar directamente en la autopista en el mismo punto en el que se accede a la base militar de Agoncillo, a través de una glorieta, de la que saldrán dos ramales diferentes, en función de la dirección en la que se quiera incorporar un vehículo a la autopista.

Los trabajos tienen un presupuesto de 13,5 millones, aunque con expropiaciones, proyecto, control y vigilancia se alcanzan los 16 millones, cantidad que incluye la construcción de un peaje provisional para la entrada a la autopista, apenas a tres kilómetros del actual peaje de Agoncillo.

Este proyecto es el más avanzado de los futuros enlaces de la ronda sur de Logroño, que se construirá para que la autopista, cuya concesión concluye en 2026, funcione como circunvalación de la ciudad.

El proyecto de la ronda sur, que está en la última fase de redacción y que saldrá a exposición pública en los próximos meses, supone actuar en un tramo de más de 29 kilómetros entre Arrúbal y Navarrete, de los que 24,6 kilómetros corresponden al trazado de la actual AP-68, mientras que 4,6 kilómetros serían autovía de nueva construcción.

Se trata de uno de los mayores proyectos de carreteras que se han ejecutado en La Rioja por presupuesto, ya que su licitación se prevé actualmente en 128,3 millones de euros.

Afectaría a los términos municipales de Murillo de Río Leza, Agoncillo, Arrúbal, Logroño, Villamediana de Iregua, Lardero, Navarrete y Fuenmayor.

Tres nuevos enlaces

Se contempla la construcción de tres nuevos enlaces, con la N-232 en Arrúbal; con la LR-250 en Villamediana de Iregua y entre Navarrete y Fuenmayor, donde estaría la obra más compleja, ya que se enlazaría con la N-232, con la autovía A-12, con la N-2232 y con la carretera de acceso a Navarrete.

Además, se prevé la remodelación de los accesos a la autopista desde la N-232 en Agoncillo, con la N-111 en Lardero y el ya en ejecución en Recajo.

El proyecto incluye la remodelación de la actual AP-68 para adaptarla a la normativa actual de seguridad, con nuevos sistemas de señalización, balizamiento y contención existentes; así como la remodelación de curvas para mejorar la visibilidad y reforzar el firme para acoger mayor volumen de tráfico.

El director general de Carreteras ha recordado que en el 2026 finaliza la concesión de la AP-68, pero, hasta entonces, "también se avanza en mejorar la permeabilidad de esa vía" por medio de nuevos enlaces y "en mejorar la seguridad vial en la N-232 por medio de variantes de poblaciones".