«Más becados con menos dinero no deja de ser un gesto de cara a la galería»

Y a esta precariedad se añade el hecho de los plazos: la beca se solicita en octubre pero no se resuelve hasta enero, como mínimo, y en caso desfavorable «el problema puede ser muy grave».

Espiga resalta el esfuerzo de la UR, que desde hace un par de años puso en marcha las becas dirigidas a los estudiantes con especiales necesidades económicas: «La UR viene a cubrir esas ayudas a las que no llega el Ministerio. No son muchas pero son casos extremos: o te dan la ayuda o tienes que abandonar».

Espiga critica, sin embargo, la posición del Gobierno de La Rioja. «Aquí sólo hay ayudas para las personas que salen fuera a estudiar. No ocurre como en otras comunidades como Navarra donde el Gobierno complementa las ayudas del Ministerio».

«Aquí no se hace nada y me parece un despropósito», reflexiona. «Y no es sólo eso porque el Gobierno de La Rioja dentro de las horquillas que podía aplicar en las tasas universitarias optó por los máximos. Mientras, por ejemplo, el País Vasco decidió asumir la subida y no trasladarla a los estudiantes».