

Secciones
Servicios
Destacamos
TANIA NASTASE
Miércoles, 14 de octubre 2015, 22:57
El proyecto 'AngeLab', un sistema capaz de diagnosticar enfermedades fetales genéticas a través de la sangre materna, ya tiene 'luz verde' para pasar a la fase de verificación.
uParticipan
tes.
CIBIR, IK4-IKERLAN, Hospital Universitario de Basurto-Osakidetza, Hospital Universitario Donostia, GAIKER, DNA Data, Hahn Schickard (Alemania), Ademtech (Francia), Center for Applied Nanotechnology GmbH (Alemania), Warsaw University of Technology (Polonia), Cyprus Institute Neurology and Genetics (Chipre), NIPD Genetics (Chipre), EVGroup (Austria) y Biopharma (Reino Unido).
Esta es la conclusión a la que se llegó ayer en el CIBIR, en un encuentro en el que participaron la consejera de Salud, María Martín; el gerente de la Fundación Rioja Salud, Javier Aparicio; la responsable de la unidad de Rioja Salud que está participando en el proyecto, Elena Domínguez; junto con el coordinador e investigador del programa 'AngeLab', Jesús Miguel Ruano; y un grupo de investigadores europeos.
«Todos los tests desarrollados han sido satisfactorios y podemos pasar a la fase de verificación, en la que cogeremos muestras de mujeres embarazadas y realizaremos un protocolo para demostrar que todo funciona correctamente», informó Jesús Miguel Ruano.
Este sistema innovador diagnostica enfermedades genéticas del feto como el síndrome de Down o la fibrosis quística y está basado en los laboratorios en miniatura integrados en un chip. «Extraemos el ADN fetal de la embarazada en la décima o duodécima semana de gestación, la separamos de la fetal, y mediante chips, la analizamos», explicó el coordinador del programa.
En el mercado ya hay tests de cribado de ADN fetal no invasivos, pero «son más caros», comentó el investigador. «Los actuales cuestan 300 o 400 euros, mientras que los nuestros estarán en el entorno de los 100 euros». «Lo que intentamos lograr -añadió- es que más hospitales y centros tengan la capacidad de usar nuestros prototipos, que sean más pequeños, más baratos y más fáciles de usar que los de los competidores», afirmó.
El proyecto, del que forma parte el CIBIR y colabora un amplio consorcio de hospitales públicos, centros de investigación, empresas y universidades de Europa, se inició en el 2012 y finalizará en el 2016, año en el que comenzará la fase final de industrialización. Para el 2018 se espera comercializar el sistema, en el que La Rioja aporta principalmente el conocimiento de la biología molecular.
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Crece la familia del reptilario de Cabárceno
El Diario Montañés
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.