Calagurritanos y taurinos dieron ayer un multitudinario adiós a Miguel Ruiz

Cientos de calagurritanos se sumaban al último adiós que le dieron sus padres, hermanos, familiares y amigos en la iglesia de San Andrés, que se vio desbordada ante la presencia de amantes del mundo taurino, personas implicadas con la asociación Paso Viviente y todos los que, de una forma u otra, habían conocido al joven calagurritano. Algunos quisieron rendir su particular homenaje a Miguel acudiendo a su funeral vestidos de blanco. Una ola de aplausos recibió el féretro con el cuerpo sin vida del joven y esa misma ola surgió de nuevo a la salida de la caja con el restos del fallecido.

Todos volvían a recordar en los corrillos que se formaron antes y después del funeral la forma de ser del joven: siempre atento a las necesidades de los demás y muy participativo. La mala suerte de la cogida e incluso lo que, después de ver muchos en vídeo, parece que tardaron los servicios sanitarios también fueron otras de las conversaciones entre amigos y conocidos.

Dando carpetazo a ese mismo tema, la alcaldesa de Lerín, Consuelo Ochoa, expresó el lunes tras el homenaje que se le hizo al joven en la localidad Navarra que «el tema de que los sanitarios estén en la enfermería y la ambulancia en la parte opuesta de la plaza es historia en Lerín porque hay que tener en cuenta que la vaca sigue en la plaza y que no pueden acudir tan rápido como desearían», explicó dando a entender que se habilitará un lugar especial para ellos cerca de los vehículos medicalizados.

Consuelo Ochoa quiso este martes estar presente en el funeral, al que también acudieron el concejal de Festejos de Calahorra, Óscar Eguizábal, y edil de Hacienda, Alberto Caro.