MARÍA FÉLEZ
Martes, 18 de agosto 2015, 14:31
La noticia de la muerte del joven calagurritano Miguel Ruiz Pérez el pasado domingo mientras participaba en una exhibición de recortes en la localidad navarra de Lerín corrió ayer como la pólvora en Calahorra. Nadie daba crédito a lo sucedido. Amigos, conocidos y vecinos intentaban ... digerir un mal trago que tardará en olvidarse en un municipio en el que el joven era bien conocido no sólo por su afición a los encierros y a las exhibiciones de recortes sino también por su participación activa en la asociación Paso Viviente y en cada uno de los actos que organizaban.
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El trágico suceso ocurrió mientras Miguel participaba en una exhibición de anillas en el pueblo navarro, a unos 25 kilómetros de Calahorra. Después de haber estado recortando en multitud de ocasiones a una de las reses, el experimentado recortador fue corneado y herido de muerte al resbalarse junto al burladero.
Miguel es la última de las diez víctimas mortales que los encierros y sueltas de vaquillas se han cobrado este verano, considerado ya el más trágico en décadas en este aspecto. Especialmente negro fue este último fin de semana, prolijo en festejos populares con motivo de la festividad de La Virgen, en el que se han contabilizado cuatro fallecidos.
Fue en torno a las diez de la noche del domingo cuando la confirmación de la trágica muerte del joven Miguel empezó a pasar de un móvil a otro en Calahorra. Dos horas más tarde, en Lerín, se convocaba un Pleno Extraordinario de urgencia para decidir qué pasos dar ante la terrible noticia que ha dejado al municipio navarro sumido en la tristeza a pesar de encontrarse en pleno ecuador de sus fiestas patronales.
«Ha sido un auténtico mazazo; es difícil imaginar que esto pueda ocurrir a pesar de las posibilidades que existen», decía ayer para Diario LA RIOJA la alcaldesa de la localidad navarra, Consuelo Ochoa. «El pueblo está impactado y desde aquí queremos mostrar nuestro respeto y dolor a la familia del chico», comentaba. «No podemos más que agradecer a Miguel y a tantos otros jóvenes de La Rioja y Navarra el que pongan su pasión a disposición del resto de los amantes de este tipo de exhibiciones», concluía la alcaldesa.
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Los festejos en Lerín continuaron ayer. Pero ya no era lo mismo. Después del encierro ya no hubo exhibición en la plaza, y a las siete de la tarde, en el mismo lugar en el que perdía la vida Miguel, se congregaban decenas y decenas de personas para rendirle un emotivo homenaje.
En un silencio sepulcral, la alcaldesa de la localidad tomaba la palabra para agradecer a los vecinos del municipio su presencia y transmitía el dolor de un pueblo a los amigos y familiares del joven, muchos de ellos allí, en la misma plaza donde murió Miguel.
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«Le hemos transmitido el pésame de todo el pueblo a la familia esta tarde en el tanatorio», decía la alcaldesa mientras Lerín rompía en un aplauso profundo y algunos dejaban sus pañuelos de fiestas colocados en el mismo burladero en el que la vaca empitonó al calagurritano. «Es una familia estupenda; lo primero que me ha dicho el padre es: ya os hemos estropeado las fiestas», decía por megafonía. Y es que, siempre la fiesta debe continuar. Bien lo sabe la alcaldesa de esta localidad navarra que en estas mismas fechas hace siete años perdió a un sobrino en circunstancias similares.
Sobre el suceso, eran muchos los que comentaban la necesidad de que los efectivos médicos estén junto a la ambulancia y no al otro lado de la plaza, donde se encuentra la enfermería. Pero también reconocían que poco se pudo hacer por el joven.
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Desde Calahorra, Luis Martínez Portillo, alcalde de la localidad, también tenía emotivas palabras de duelo. «Lamentamos el fallecimiento de Miguel y queremos transmitir nuestro más sentido pésame a su familia y amigos», decía a este diario. «Es una noticia muy triste para todos los calagurritanos porque Miguel era un joven conocido en la ciudad por su pasión por el mundo taurino y porque durante muchos años colaboró con el Consistorio en la dinamización de los encierros», decía asegurando que la ciudad lo echará de menos en los próximos festejos. De hecho, en la primera suelta de vaquillas que se realice en la plaza de toros el próximo martes 25 de agosto se rendirá un homenaje al joven con la celebración de un minuto de silencio.
Mientras, las redes sociales no dejaron de acumular mensajes de condolencia hacia sus familiares y amigos y de demostrar que Miguel era una persona muy apreciada en la ciudad y que su muerte ha sido un motivo de duelo para todos los calagurritanos.
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