Secciones
Servicios
Destacamos
Jorge Alacid
Martes, 30 de junio 2015, 12:25
Una palabra llamada Rioja en tamaño gigante: la misma palabra, proncunciada cuatro años después, a una dimensión más razonable. Lo mismo puede decirse sobre la palabra Gobierno: en la alocución de Pedro Sanz, hace cuatro años cuando tomó posesión de su último mandato, ... aparecía repetidamente, igual que ocurrió este martes con el discurso de José Ignacio Ceniceros... en una cadencia menos repetida.
Ahí se ve, en las imágenes que adjuntan estas líneas, la llamada nube de palabras: un ingenio tecnológico que permite comparar las intervenciones del presidente entrante y del saliente en el mismo escenario, bajo parámetros semejantes. Y ahí se observa la primera diferencia entre ellos: más enfático Sanz, más líquido Ceniceros.
Hay más diferencias. Este martes, la palabra empleo dominó el discurso de investidura de Ceniceros con mayor énfasis del que caracterizó en el 2011 el parlamento de su predecesor, quien recurrió por el contrario con mayor frecuencia a dos vocablos ayer apenas insinuados: medidas y empresas.
Y así como Sanz recurrió con insistencia al concepto de desarrollo, Ceniceros optó por valerse de palabras como política y acuerdo, con una tendencia también acusada a pronunciar otro concepto mágico: el de personas.
Sanz, por el contrario, llenó su intervención de pronunciamentos en favor de la gestión, la confianza y las infraestructuras; por el contrario, quien aspira a sucederle prefirió parapetarse tras Administración, calidad y social. Aunque lo que se analiza en el presente artículo es lo que se ve, el encadenado de promesas que nutre el discurso de Ceniceros: tal vez más relevante sea lo que no se dijo.
La ausencia de referencias al ferrocarril o al aeropuerto pueden resultar tan significativas como la nula mención a las dos autovías mil veces prometidas, nunca ejecutadas, para unir Haro con Ezcaray y Calahorra con Arnedo.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.