Año I después de Sanz

El primero arranca a las 10 horas. Ceniceros tendrá entonces para sí el atril desde donde expondrá su programa político y solicitará la confianza del hemiciclo precisa para ser investido presidente de la comunidad autónoma. Sin un límite de tiempo marcado, todo apunta a que su discurso se vertebrará en torno a la generación de empleo, la garantía de unos servicios públicos de calidad y la mejora democrática sin olvidar la coyuntura que le ha conducido a las puertas del Palacete de Vara de Rey: el acuerdo suscrito con C's y el compromiso del PP de cumplir las premisas recogidas ahí en materia de reactivación económica, cohesión social y trasparencia.

Cumplimentado este trámite, sus señorías volverán a citarse mañana a la misma hora en el mismo lugar. Los cuatro portavoces ofrecerán en dos tandas su parecer sobre las palabras de Ceniceros, que tendrá ocasión de responderles de forma indivualizada o agrupada antes del punto álgido de la sesión: la votación de carácter nominal y público que virtualmente arrojará una mayoría simple insuficiente en primera instancia dado el apoyo del PP (15 votos), la abstención de C's (4) y el rechazo de PSOE (10) y Podemos (4).

La circunstancia llevará 48 horas después a una segunda votación en la que, ya sí, bastará con la mayoría popular para validar el respaldo a Ceniceros como presidente de La Rioja. Un protocolo que se cerrará con la toma de posesión oficial que previsiblemente se escenificará el sábado 11 de julio en el marco solemne de San Millán de la Cogolla.

Ceniceros tendrá esta mañana 33 pares de oídos abiertos a escucharle. Porque, de entrada, ésa es la actitud compartida con la que los cuatro grupos se encaran hoy el primer acto de la sesión de investidura. A partir de ahí, los matices se disparan. Desde Podemos, su portavoz reconoce sus reticencias a lo que el sucesor de Sanz pueda plantear. «No acudimos dispuestos a creer, porque el PP debe cambiar con hechos y no con palabras», resume Germán Cantabrana advirtiendo de cómo en el minuto cero ya se están, por ejemplo, poniendo diques a la apertura del Parlamento al público.

También la socialista Concha Andreu traerá hoy consigo al hemiciclo un extra de prudencia. «Acudimos con respeto, pero también con la experiencia de que el PP está incapacitado para el diálogo y Ceniceros no es el cambio que dictaron las urnas sino el ayudante fiel de Sanz, su continuidad». Por C's, Diego Ubis aguarda a comprobar «si el acuerdo que marca el pacto de investidura se prolonga en la legislatura y se rompe de una vez el inmovilismo». Una circunstancia que Carlos Cuevas da por hecho «porque el escenario será necesariamente distinto» tras los resultados del 24M y a la cual el portavoz del PP agrega otro afán: «Que el diálogo fructifique en acuerdos en beneficio de los riojanos porque, si no, servirá de poco».