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Diego Marín A.
Jueves, 25 de junio 2015, 00:51
Trabaja en el mantenimiento de 'Masa' y mañana recoge el Premio nacional de Formación Profesional de Grado Superior 2012-13 que concede el Ministerio de Educación, Cultura y Deporte, por lo que ha tenido que «pedir fiesta». Su expediente académico ha sido el mejor a nivel nacional en la rama de Instalación y Mantenimiento, formación que cursó en el centro Sagrado Corazón de Logroño.
A este reconocimiento sólo se pueden presentar quienes, como David Eguizábal Bañuelos, han recibido antes el Premio Extraordinario de Formación Profesional para Ciclos Formativos de Grado Superior en su comunidad autónoma. Aún así, este joven logroñés de 24 años afirma que no se esperaba la nueva distinción «porque tuve complicaciones para rellenar y entregar la documentación y lo hice a mi manera, de hecho, en Internet todavía pone que está en proceso de evaluación, así que ha sido una sorpresa».
Primero cursó un grado medio de Mecanizado y después otro de Mantenimiento, «y como me lo saqué 'tan fácil', pensé en hacer un grado superior, que era más complicado, pero lo hice porque me gustaba, porque tocas mecánica, electricidad, electrónica...». «El conocimiento que adquieres es muy amplio, desde los principios básicos de electricidad hasta mantener una instalación o fabricar un recambio mecánico soldando», declara.
«Quise que fueran mis últimos dos años de estudio y venía de tener también muy buenas notas en los otros dos grados que cursé», explica David Eguizábal, que se esforzó sin pensar en otra cosa que no fuera su verdadero objetivo: «No sabía que existía ese reconocimiento y fue el director el que me explicó que podía optar al premio, pero yo quería sacar buenas notas para conseguir después un trabajo». Lo encontró en 'Masa', empresa de mecanizaciones aeronáuticas, en la que realizó las prácticas.
«Estoy súper a gusto, llevo el mantenimiento de la empresa, soy responsable de que todo vaya bien y de reparar algo si se estropea», detalla. Y eso que el premio lo ha mantenido en secreto, «sólo lo sabe mi encargado, que me dio la enhorabuena, y porque tuve que pedir un día de vacaciones para poder ir mañana a Madrid a recoger el premio». «El galardón es un reconocimiento a todas las horas que he metido. También ha habido malos ratos, pero la verdadera satisfacción es estar trabajando en lo que realmente me gusta, en lo mío», asegura David Eguizábal.
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