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EFE
Jueves, 25 de junio 2015, 17:05
Un estudio elaborado por el profesor de Economía de la Universidad de Murcia, Ildefonso Méndez, ha logrado cuantificar la relación que existe entre el disponer de buenos docentes, principalmente en formación y capacidad de motivación, y el que los alumnos tengan buenos resultados académicos.
El ... subdirector general de Universidades, Formación Permanente y Ordenación Educativa de La Rioja, Miguel Ángel Fernández, ha presentado hoy este estudio junto al director de Educación de la Fundación Santillana, Mariano Jabonero, el director del Instituto Nacional de Evaluación Educativa (INEE), Ismael Sanz, y al autor del trabajo.
Esta investigación es pionera en España al haber buscado la relación estadística entre el rendimiento académico de los estudiantes y las prácticas docentes que llevan a cabos sus profesores en clase.
La investigación se ha realizado cruzando los datos de las evaluaciones internacionales TALIS (centrado en los conocimientos y actitudes del profesorado) y PISA (con resultados académicos de alumnos de 15 años) para establecer una clasificación con 15 medidas que desde el punto de vista del profesorado pueden optimizar el aprendizaje de los alumnos.
El estudio, titulado 'Prácticas docentes y rendimiento estudiantil. Evidencia a partir de TALIS 2013 y PISA 2012', es fruto de la colaboración institucional entre el Ministerio de Educación, Cultura y Deporte, el Gobierno de La Rioja y la Fundación Santillana.
El autor ha cruzado los datos de las dos pruebas y con los resultados en matemáticas, lectura y ciencias de alumnos de Australia, Finlandia, Letonia, México, Portugal, Rumanía, Singapur y España.
Y eso ha determinado que el factor más importante para mejorar el rendimiento de los alumnos es que el profesor sea doctor, por encima de que se organicen en las clases grupos de trabajo reducidos, que los docentes tengan estudios específicos de la materia que imparten.
También recibir un curso de formación inicial para impartir clase; recibir formación para orientar profesionalmente al alumno; que ayuden a los alumnos a valorar el aprendizaje; tengan formación específica en el aprendizaje individualizado.
Otros factores que influyen, en menor medida, son el que se evalúe usando exámenes estandarizados; que se haga preguntando delante del resto de la clase; que tengan formación en conocimiento de la materia; que comprobar los deberes del alumno; planteen buenas preguntas.
En menor medida propone motivar a los alumnos con menos interés en los estudios; tener formación en nuevas tecnologías; o tener formación en destrezas y habilidades trasversales.
Las prácticas para ser profesor
El autor ha llamado la atención sobre la importancia de las llamadas prácticas docentes modernas, aquellas que se alejan de la mera clase magistral, la mera memorización de datos o la repetición sistemática de resolución de problemas, y que son más eficaces para mejorar el aprendizaje de los alumnos.
Por ejemplo, ha constatado la efectividad de saber motivar al estudiante, de saber trasladar al alumno la utilidad real de las materias que se estudian en clase o contar con formación en competencias transversales o estrategias de individualización de la enseñanza.
"El profesor debe ser capaz de enseñar a los alumnos a perseverar, a recuperarse de los fracasos, el mantener un objetivo claro para que puedan superar los baches que encuentren en el camino, ese es uno de los grandes retos de los sistemas educativos de todo el mundo para el siglo XXI", ha destacado el autor.
Ha defendido que su estudio aborda "una cuestión de primer orden" porque "saber que hay cosas que ayudan a mejorar el expediente académico también repercutirá a largo plazo en la mejora del sistema productivo y del producto interior bruto".
El director del Instituto Nacional de Evaluación Educativa (INEE), Ismael Sanz, ha incidido en la importancia de haber analizado cómo influye la calidad de los docentes en los resultados académicos y ha asegurado que este estudio puede ser "un punto de partid para que algunas decisiones se tomen en base a la experiencia empírica y no a las ocurrencias".
Entre otras conclusiones del estudio ha resaltado la de "comprobar que es importante la formación continua del profesorado, pero no toda" y que "las habilidades no cognitivas son muy importantes"
Durante la rueda de prensa, Miguel Ángel Fernández ha destacado el valor de este estudio como una herramienta para mejorar los sistemas educativos y optimizar la puesta en marcha de nuevas medidas de contrastada eficacia.
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