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María Félez
Miércoles, 24 de junio 2015, 22:04
«Tan pronto te hablan de 15.000 como de 25.000». Mohaammed Mobssit resume con estas palabras lo difícil que resulta saber cuántos musulmanes viven en La Rioja. Él dice que en Calahorra son aproximadamente mil los que ayer empezaron el mes del Ramadán ... en la ciudad. Un mes en el que no sólo es obligatorio el ayuno sino «también la oración y ayudar económicamente al que más lo necesita».
Mohaammed es el presidente de la Asociación contra el Terrorismo y el Extremismo en la ciudad de los mártires y da las claves del mes que comenzaron a vivir el pasado jueves. «Gracias al ayuno podemos tener más empatía con el que no tiene nada que comer durante todo el año, además es una forma de que descanse el organismo y prueba nuestra fuerza de voluntad y nuestro amor por Alá», razona. Además sirve para que todos los musulmanes del mundo -1,7 millones de personas- estén unidos en una misma situación.
Este musulmán afincado en Calahorra explica bien en qué consiste el ayuno. «No podemos comer ni beber nada durante las horas de sol». De esta forma, su nutrición durante este periodo consiste en un desayuno hacia las cinco de la mañana y algo de comida tras el ocaso a eso de las diez de la noche. «Llevamos muchos años que el Ramadán coincide con el verano que es cuando más horas de sol hay y por eso es más duro que cuando toca en invierno», cuenta.
No obstante, hay excepciones. «Sólo tiene que hacer el ayuno la gente que está sana y también están exentas de hacerlo las mujeres mientras tienen la regla y las madres que dan pecho a sus niños», matiza. Los niños comienzan a hacerlo «más o menos a partir de los catorce años, pero antes se va haciendo algún día para que se vayan acostumbrando». Los peores días son los primeros. «Luego -añade- el cuerpo se acostumbra y hasta te sientes muy pesado los primeros días que vuelves a comer».
Además deben rezar cinco veces al día y si puede ser en la mezquita, mejor. «Hay que tener en cuenta que hay gente que está trabajando y no puede acudir a la mezquita pero eso se perdona», aclara consciente de que en La Rioja son muchos los fieles musulmanes que se encuentran trabajando durante el Ramadán.
Mohaammed no puede dejar de hablar del radicalismo que impregna a algunos seguidores de su religión. «El Corán no dice nada de la violencia y los musulmanes sabemos que ese no es el camino».
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