Una colaboración que continúa para ayudar a los colectivos más vulnerables

El consejero de Salud y Servicios Sociales en funciones, José Ignacio Nieto, ha renovado estos dos convenios con la presidenta de Afammer, María Cruz Benito, y con el responsable de la asamblea autonómica de Cruz Roja, Fernando Reinares.

Según ha detallado Nieto en una rueda de prensa, se pretende apoyar a la población que requiere un mayor respaldo social por sus especiales circunstancias.

Así, ha dicho que Afammer desarrollará actividades de promoción de la mujer en el ámbito rural, con el fin favorecer su acceso a la información; promover la igualdad de oportunidades y la corresponsabilidad entre hombres y mujeres; y lograr la conciliación de la vida personal, familiar y laboral.

El consejero ha elogiado la labor que desarrolla esta entidad desde su creación en 1982 y que "está siendo muy importante para avanzar hacia la integración y mejorar el bienestar de la mujer en el medio rural, así como para impulsar su formación y facilitar su incorporación al mercado laboral".

Para ello, cuenta con presencia en 30 localidades riojanas donde organizan cursos, viajes y actividades sociales y culturales.

Benito ha indicado que esta organización trabaja en la actualidad en la implantación de una plafatorma online de formación, para llegar a las mujeres que no pueden acudir a las clases presenciales, y ha confiado en que el próximo año esté ya en marcha para lograr aumentar el empleo y la autoestima de las mujeres rurales.

Por otro lado, Cruz Roja recibirá 25.000 euros para un programa dirigido a jóvenes con dificultades y para el piso de emancipación, con los que se "da continuidad a la labor que desarrolla la Consejería", ha detallado Nieto, para "velar por los jóvenes en esta etapa de transición hacia la vida adulta".

El programa ofrece protección a jóvenes que no pueden acceder al sistema público de protección al cumplir la mayoría de edad, pero que no cuentan con adultos de referencia que les guíen ni les ofrezcan un entorno de apoyo en ese paso a la madurez.

Así, ofrecen acompañamiento para jóvenes en dificultad, de 16 a 23 años, y el piso de emancipación es para otros de 18 a 21 años.

Además, técnicos de acompañamiento de la entidad elaboran itinerarios individualizados de integración laboral.

El pasado año el programa de acompañamiento atendió a 159 jóvenes (88 chicas y 71 chicas).

En relación al piso de emancipación, ofrece desde 1999 un espacio de alojamiento y convivencia para aquellos jóvenes mayores de edad que se encuentran en proceso de emancipación tras haber vivido en recursos de protección públicos o que se encuentren en situación de riesgo social, ha dicho Reinares.

También pueden ser acogidos jóvenes con una notable problemática personal o familiar que se encuentren en una situación de alto riesgo o vulnerabilidad social.

La estancia mínima en este piso de 9 meses, pero no siempre se consiguen los objetivos, como lograr un empleo, por lo que existen posibilidades de prorrogarla hasta un año y medio.

En 2014 fueron 11 los jóvenes que pasaron por el piso de emancipación (8 chicos y 3 chicas).

De todo ello se encarga un equipo de trabajo integrado por un coordinador; tres trabajadores sociales y un psicólogo.

Estos dos programas están cofinanciados por la Consejería y por Gobierno España a través del IRPF.