A Noa le pudo el río

El pasado 8 de abril Noa, una bulldog inglés, fue perdida por sus dueños en el entorno del puente medieval de Viguera, cuando sus dueños pararon unos minutos durante un viaje por la N-111. Al regresar al coche, después de un paseo, los dueños de Noa, procedentes de Barcelona, vieron cómo su perro era arrastrado por la corriente del río Iregua. Desde entonces, la movilización para tratar de encontrar a la mascota extraviada ha sido espectacular, con decenas de voluntarios participando en las labores de búsqueda, incluso acampando y pasando algunas noches en el lugar donde se perdió Noa, por si esta volviera. Toda la ribera del Iregua ha sido empapelada con carteles de búsqueda e incluso los dueños de Noa ofrecieron 1.000 euros a quien encontrara a la perra sana y salva.

Las últimas pistas, que incluso aseguraron haber visto a Noa en Islallana y Villamediana, invitaron a pensar que la perra se encontraba en Logroño, en manos de una persona que, tal vez, no sabía que el animal estaba siendo buscado por sus dueños. Pero la búsqueda era en vano. Al parecer, Noa se ahogó el mismo día que se perdió en el Iregua. Precisamente contemplando también esta teoría los dueños contaron con la colaboración del Club Kayak Rioja, que navegó por el río en su búsqueda, e incluso de la sociedad de pescadores. Y precisamente han sido ellos, los pescadores, en plena temporada, los que han encontrado a Noa, ya sin vida.

«Con todo el dolor de nuestro corazón sentimos mucho tener que comunicaros el triste desenlace ocurrido en el día de ayer, al haber encontrado a Noa pero no de la forma que todos anhelábamos», explican los dueños, que diariamente informaban de los pasos que daban en el operativo de búsqueda. «En la tarde-noche de anteayer recibimos la llamada de David para comentarnos que, estando pescando junto con un compañero en la ribera del río Iregua, a la altura de Nalda, habían detectado el cuerpo inerte de un perro que podría responder a la raza y colores de Noa», describen. Inmediatamente, un voluntario se prestó a intentar buscar «el cuerpo inerte», aunque no fue hasta la tarde del día siguiente cuando «un equipo de voluntarios, junto con nuestro informante, acudimos a la zona y conseguimos encontrar y rescatar del agua el cuerpo de nuestra niña Noa».

«A pesar de lo ocurrido, de tener un dolor inmenso por tan triste desenlace, tanto la familia de Noa como el equipo de voluntarios que activamente nos han acompañado durante estas semanas, sólo podemos tener palabras de agradecimiento con todos vosotros», declaran. El descenso del cauce del Iregua en los últimos días ha podido contribuir a que el cuerpo del perro, que parece que murió ahogado, aparezca y que haya sido encontrado, poniendo fin a esta singular historia que, tristemente, no ha tenido un final feliz.