José Luis Argáiz: "El yoga aumenta la posibilidad de ser feliz"

¿Cómo y cuándo llega a Occidente?

Hace 200 años Schopenhauer afirmó que la filosofía india llegaría a influir sobre el pensamiento occidental como lo hizo la griega en el siglo XV. El filósofo alemán parece estar acertando en su pronóstico pues a lo largo del siglo XX multitud de pensadores occidentales estudiosos del pensamiento indio han publicado numerosas y excelentes obras que han despertado enorme interés en nuestra sociedad. Esto ha contribuido a que en la actualidad filosofías orientales como el yoga se han integrado en la vida de infinidad de personas en todo el mundo.

¿En qué consiste?

El yoga se basa en el siguiente razonamiento lógico: todo individuo anhela no sufrir y ser feliz; el sufrimiento y la felicidad dependen de cómo estén el cuerpo y la mente; por lo que controlando las variables que inciden sobre los estados físico y mental se minimizara el riesgo de sufrir y aumentará la posibilidad de ser feliz. El yoga trata pues de controlar esas variables que en síntesis son: vida saludable, ejercicios elaborados y orientados exclusivamente a preservar la salud, control sobre el estado de relajación, control de la función fisiológica de la respiración, control de las funciones de la mente para que los pensamientos y emociones positivas se impongan sobre las aflictivas.

¿Qué valor da esta disciplina a la respiración?

El mismo valor que le da la propia vida, la cual no puede mantenerse sin la respiración; de ahí que para vivir necesitemos 12,.000 litros de aire diarios. Evidentemente, todo el mundo respira, pero ello no implica que se respire bien. De la misma manera que no todo el mundo que come se alimente bien. Y, si comer mal enferma, imaginemos lo que provocará el respirar mal. Pensemos que la salud de las células de nuestro cuerpo -incluidas las neuronas del cerebro creadoras de pensamientos, sentimientos y emociones- depende sobre todo de cómo respiramos.

¿Y a la relajación?

Primero debo aclarar que relajación no es sinónimo de pasividad ni tampoco de ausencia de tensión; la cual es necesaria para vivir. La relajación puede definirse como la habilidad para utilizar la energía justa a la hora de actuar. La relajación es pues uno de los pilares básicos del yoga, como debería serlo también en nuestra vida diaria. Debería ser actitud de partida ante cualquier actividad, sea o no importante; así, aumentaría enormemente la eficacia y el disfrute en la misma proporción que disminuiría el gasto de energía, y en consecuencia el cansancio. La auto relajación es el mejor antídoto contra el estrés innecesario o excesivo que atenta contra la salud físico mental y que produce enorme sufrimiento.

¿Y al aspecto mental?

La mente, con todas sus funciones, es lo que básicamente nos define como seres humanos. Y de ella dependen en gran medida el sufrimiento y la felicidad, tanto individual como social. Por ello, el yoga se ocupa especialmente del aspecto mental. La mente percibe, interpretar y genera pensamientos, sentimientos y emociones; las cuales, dependiendo de su naturaleza y de cómo se gestionen, pueden conducirnos hacia infinidad de estados aflictivos que todos conocemos y nadie deseamos. El yoga ofrece actuaciones de control sobre las funciones mentales; actuaciones hoy avaladas y reconocidas por la comunidad médica y científica internacional.

¿Qué dice el yoga de la alimentación?

El yoga da importancia a la dieta en la medida que ésta repercute directamente en la salud. Aconseja la dieta vegetariana por considerarla más saludable y porque es parte de su filosofía el evitar el sufrimiento innecesario de cualquier ser vivo. Pero además, no sólo da importancia a lo que se come, sino al cuánto (no comer más de lo necesario) y al cómo (comer despacio, masticando bien, relajadamente y disfrutando de la comida). Se parte de un conocimiento dietético básico y sentido común que nos haga valorar más la salud que el placer de comer.

¿Cuáles son los motivos por los que la gente acude?

Aunque los motivos son diversos predominan los relacionados con la salud. Con un querer mejorar la calidad de vida trabajando conjuntamente el cuerpo y la mente. Hay quien lo practica para contrarrestar los efectos negativos que sobre la salud provoca el tipo de vida que llevamos y hay quien, recomendados muchas veces por profesionales de la salud, por problemas articulares, musculares, nerviosos, estrés, ansiedad etc.

¿En qué se diferencia de otras disciplinas físicas?

Digamos primero que el yoga se asemeja a cualquier otra actividad física en que se ejercita el cuerpo (trabajando los sistemas articular, muscular, circulatorio, respiratorio, nervioso etc.) y en que los ejercicios pueden ser parecidos o incluso iguales; pues estos se construyen en función de la capacidad de movimiento que posee el cuerpo y tal capacidad no cambia ya sea yoga o gimnasia. La diferencia no está pues en los ejercicios en sí mismos sino en la finalidad por la que se hacen y en la forma de hacerlos. La finalidad es la de preservar la salud o tratar de recuperarla si se ha perdido; y para ello se ejercita el cuerpo de manera equilibrada y en su totalidad; respetando la anatomía, fisiología y biomecánica del cuerpo humano como tal y a cada individuo en particular. Además, el ejercicio es utilizado para trabajar la respiración, relajación y concentración.

Entonces, ¿no existe ningún deporte que sea completo?

No. Ninguno. Todos los deportes trabajan el cuerpo de manera parcial, intensa y repetitiva. Por ejemplo, los ejercicios más saludables, que son nadar y caminar, por un lado proporcionan tono muscular pero como contrapartida producen acortamiento muscular.

¿Es adecuada y suficiente la educación física impartida en los colegios?

Yo concibo la educación física como una disciplina que trata de educar al cuerpo a comportarse de manera saludable ante cualquier situación de la vida diaria, por lo que, a mi entender, lo que normalmente hacen los escolares es ejercicio físico. Ejercicio incompleto, a veces incorrecto para la columna vertebral y competitivo; y en consecuencia potencialmente frustrante y doloroso para los menos capacitados físicamente. Pienso que sería más útil si se orientase hacia la salud y no hacia la competitividad: estimulando valores como la colaboración, corrigiendo actitudes posturales, sentando las bases del movimiento corporal, ejercitando adecuadamente todo el aparato locomotor sin producir daños colaterales, ejercicios para cuando se producen molestias musculares o articulares, ejercicios de respiración, relajación, concentración, gestión de las emociones etc.

¿Su práctica generalizada ahorraría gastos en la Seguridad Social?

Es evidente; a pesar de que al tener mejor salud se vive más y... ¡hay que gastar más en pensiones! No soy economista, pero es de lógica pensar que el gasto sanitario, que es enorme, disminuiría sustancialmente porque habría menos problemas de todo tipo: articulares, musculares, de columna, derivados del estrés etc. No olvidemos que los problemas musculo-esqueléticos y de depresión son las principales causas de baja laboral en el mundo.

¿Es una actividad difícil?

En absoluto. Los ejercicios de yoga en su mayoría son simples, sencillos y accesibles a todo el mundo; independientemente de la edad y de la condición física. En una misma clase puede haber personas jóvenes y mayores, sanas o con salud delicada. Esto es posible porque el yoga no se dirige hacia el ejercicio sino hacia la actitud personal frente al ejercicio, y porque además se adapta al individuo y no al contrario.

¿Qué se requiere para practicar yoga?

Estar concienciado de su utilidad para despertar así el interés por aprenderlo y practicarlo, fuerza de voluntad, paciencia y encontrar una buena escuela; para lo cual no hace falta viajar a la India, a no ser que se desee aprender para después enseñar.

¿Es posible aprender yoga mediante libros?

Teóricamente sí, pero en la práctica es muy difícil saber elegir buenos libros y entenderlos e interpretarlos bien para que la práctica y el aprendizaje sea correcto y no nocivo.

¿Cómo podemos reconocer una buena escuela?

No es fácil a no ser que sea muy buena o muy mala, o se conozca lo más básico del yoga. No es fácil porque el yoga con frecuencia se muestra como un cajón de sastre en el que se mete cualquier cosa y de cualquier manera. No es fácil porque la mayoría de la gente o no lo conoce en absoluto o tiene ideas erróneas; por ello, espero, que con la información vertida en esta entrevista y un poco de sentido común y sensibilidad se sepa reconocer correctamente.

¿Algún consejo?

Sí. Cada mañana, al despertarnos, pensar que la vida es el mayor milagro acaecido en el universo desde su origen. Un auténtico regalo que, siendo agradecidos, debemos valorar y disfrutar plenamente. Tratando por todos los medios de ser felices y hacer felices a los demás. Para conseguirlo, el yoga nos muestra el inicio del camino diciendonos que: ni la felicidad ni el sufrimiento provienen de lo que somos, tenemos o hacemos en la vida sino de cómo todo esto es mentalmente interpretado y gestionado.