El obispo Omella, candidato para ocupar la archidiócesis de Barcelona

La candidatura de Omella siempre se ha barajado, pero, a medida que se acerca el momento de la designación (prevista para la próxima primavera), su nombre cobra mayor fuerza. El pasado sábado, un artículo publicado en el diario 'La Vanguardia' situaba al obispo de La Rioja como el prelado favorito para ocupar una plaza muy comprometida.

En Juan José Omella, formado en los Padres Blancos y con experiencia misionera, concurren varias características que lo hacen idóneo para esa sede. En primer lugar, su vocación social (es obispo consiliario de Manos Unidas) lo convierte en un hombre del agrado del Papa Francisco y en una persona que entronca bien con la sensibilidad de una ciudadanía (católica o no) que pide a la Iglesia que sitúe en primer plano su compromiso con los pobres y los más necesitados. Además, al haber nacido en Cretas (Teruel), una localidad vecina a Tarragona, es catalanohablante sin ser en absoluto nacionalista, con lo que cumpliría de una manera muy sutil (muy vaticana) uno de los requisitos más demandados por el clero catalán y por buena parte de la sociedad de aquella comunidad autónoma, pero sin por ello arrojar un tronco más a la hoguera del separatismo.

No es Omella la única opción para ocupar la sede barcelonesa. 'La Vanguardia' también menciona las opciones de Joan-Enric Vives, arzobispo de la Seu y copríncipe de Andorra; y de Sebastià Taltavull, obispo auxiliar de Barcelona; pero subraya que el obispo riojano cuenta con el apoyo de cardenales tan cualificados como el hondureño Óscar Madariaga, el itialiano Beniamino Stella o el español Santos Abril, todos ellos cercanos al actual Papa.