Las ruedas de invierno, lo más efectivo

La cordura exige la prudencia en situaciones límites porque la velocidad es un enemigo evidente, especialmente para frenar, y la previsión también es determinante para, cuando menos, meter en el maletero un sistema de agarre o el aviso de que llega el momento de cambiar las ruedas.

Los talleres especializados en neumáticos ya hace unos años que lo tienen muy claro. Lo mejor son las ruedas de invierno. Carlos Vega, de Euromaster no tiene dudas sobre el asunto. "Es el sistema más eficiente y llega a ser tan efectivo como unas cadenas, pero con más ventajas".

Puede que el desembolso sea el más elevado, pero con dos juegos de ruedas al final se preservan los neumáticos y la duración es doble, así que, a la larga... Si no tiene sitio en casa para albergar trastos, los talleres ofrecen un servicio de 'guardarruedas' gratuitos y sólo le cobran el cambio de gomas.

Las ruedas de invierno permiten rodar por sitios complicados y la Guardia Civil conoce los tipos de neumáticos, así que, en algunas situaciones , y por seguridad, un coche equipado con ellos puede ir a determinados sitios mientras que a otros se les restringe el paso.

Todos los neumáticos de invierno deben ser reconocidos por las letras M+S e incluyen el dibujo estampado de una montaña de tres picos y un copo de nieve en su interior. Así quedará demostrado que son sustitutivos de las cadenas.

Las gomas de invierno se pueden usar durante todo el año, pero no a la inversa. Las primeras generaciones de las gomas invernales se degradaban más con el calor y su vida se acortaba, pero ahora han mejorado los compuestos y la vida se ha alargado. "Lo óptimo es el cambio porque así se preserva la banda de rodadura y los testigos tardan más en dar la voz de alarma. Están especialmente diseñados para carreteras frías. Disponen de un dibujo más pronunciado, con lo que se gana mucho en agarre y en la evacuación de agua", declara Vega.

El mercado también se ha ampliado mucho en la oferta de este tipo de materiales, especialmente en las tallas, tanto en la anchura de la banda de rodadura como en perfiles y amplitudes de llantas. "En cuanto a precios, son algo más caras que el calzado de verano, pero en torno a un diez por ciento", agrega este especialista.

Las latosas cadenas

Las cadenas son el sistema de fijación más común y barato, pero "son muy engorrosas a la hora de fijar en el neumático". Lo primero que hay que elegir es el modelo idóneo al vehículo. No son estándar. En el mejor de los casos se debería hacer un ensayo previo con el coche aparcado y sin frío en las manos para aprender su montaje. "Cuando uno se ve obligado a ponerlas ya es demasiado tarde y las prisas y los apuros nos hacen cometer errores. Lo ideal es que se ensayara antes porque luego las circunstancias no son las mejores para manipular las cosas. Ruedas semihundidas en la nieve, frío desagradable, probables precipitaciones, salir del coche a 20 grados y, de repente, las manos empiezan a fallar cuando se exige una cierta precisión en los movimientos, así que no olviden los guantes por si acaso", explica Vega.

Hay también vehículos cargados de electrónica que desaconsejan el uso de cadenas. Los sistemas ABS y ESP pueden verse afectados por las vibraciones que produce rodar con ellas y pueden ofrecer lecturas erróneas por este motivo. Resulta aconsejable que, una vez colocadas y tras unos centenares de uso con ellas, se vuelva a realizar un ajuste de tensión. Con ello se mejorará el agarre y la rotura del hielo y podrían evitarse indeseados daños en el paso de rueda y en la carrocería por falta de tensión o metales sueltos. Los libros de uso de los vehículos hacen referencia a estos sistemas en sus manuales.

Este especialista de Euromaster cita las cadenas de agarre tipo 'araña' para aquellos amantes de los deportes de montaña o los habitantes acostumbrados a los rigores del invierno que viven en zonas altas que necesitaban fiabilidad y simpleza en las fijaciones. Se trata de unos dispositivos que se anclan al eje de la llanta (se necesitan llantas especiales) y que se abrazan a la superficie del neumático con varios brazos.

Otros sistemas que pasan por aliviar situaciones de apuro pasan por las 'cadenas textiles' o 'calcetines' como se las llama en la jerga. Apenas pesan y se colocan con suma facilidad. Es como anclar la esquina de la sábana al colchón. Muy simple, pero cuidado. "Sólo sirven para pisar nieve o hielo. Si hay un tramo de asfalto limpio hay que bajarse para quitarlas porque se degradan muy fácilmente", comenta Carlos Vega. Mantener como máximo los 40 kms/hora es otra de los requisitos que advierten los fabricantes.

Claro que queda una última bala. Si la nevada le pilla por sorpresa, no lleva las ruedas ideales y ni siquiera unas cadenas... Puede que un simple espray le saque del apuro. "Se trata de 'cadenas líquidas' que no son sustitutivos de las otras. Se aplica sobre la banda de rodadura, se espera, se crea un área adherente, se giran las ruedas y se aplica por el otro lado igualmente y sirven para salir de un apuro", relató Carlos Vega.