«La crisis influye en la caída, pero no de forma significativa»

Las fluctuaciones son constantes a lo largo de la serie histórica.

Sí, porque las patentes son resultados de proyectos que necesitan tres o cuatro años de desarrollo. Por eso hay años con más resultados patentables y otros en los que hay menos. Con todo, quiero subrayar que el indicador más correcto es el de la tasa de patentes por cada millón de habitantes. También hay un descenso del 15% respecto al 2013, pero somos la cuarta región con mayor número de solicitudes.

¿Dónde se han perdido, en concreto, las cinco patentes del 2014?

No lo sabremos hasta marzo o abril. Pero con los datos de la Ader, que es oficina regional de patentes, sabemos que la Universidad de La Rioja presentó cuatro solicitudes más el año pasado que en el 2013. Por tanto, podemos deducir que las pérdidas fueron en la parte privada.

¿Como consecuencia de la crisis?

Tiene que ver, pero no de un modo significativo. En el 2011 sólo tuvimos 22 patentes y en el 2012, 38. También interviene muchísimo el tiempo de maduración de los proyectos, que puede ser muy amplio, hasta que la idea es susceptible de ser patentada.

Rentabilizar lo que se tiene

Si nos fijamos en los diferentes subgrupos de propiedad intelectual llama la atención la caída de solicitudes en el apartado de diseño industrial. ¿Ahí sí se ha notado la recesión?

La crisis ha podido terciar en que se saquen menos productos nuevos con diseño y que las empresas se hayan dedicado a rentabilizar los que tienen y posponer avances para más adelante.

¿La innovación riojana está estancada?

No, por las programaciones que estamos viendo. Somos una región con muchas empresas innovadoras, aunque no salgan en las estadísticas porque tienen menos de diez empleados.