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efe
Viernes, 16 de enero 2015, 14:05
La Rioja iniciará en las próximas semanas el ensayo clínico de un proyecto de investigación para mejorar el tratamiento de quienes sufren un ictus mediante el "acunamiento" de estos pacientes en camas especiales, con el que los autores del estudio defienden que mejora la ... evolución de los pacientes.
El consejero de Salud de La Rioja, José Ignacio Nieto, ha informado hoy del inicio de este ensayo clínico junto al responsable del Centro de Investigación Biomédica de La Rioja (CIBIR), Eduardo Mirpuri.
Desde 2009, un equipo de investigadores del CIBIR liderado por Alfredo Martínez, trabaja en este proyecto de investigación, del que ya se han realizado ensayos con animales con resultados positivos, según Mirpuri.
La base de este trabajo es comprobar que una serie de movimientos, similares a los que se realizan cuando se acuna a un bebé, hace que se liberen algunas células sanguíneas substancias beneficiosas que contribuyen a reducir los efectos de los accidentes cerebrovasculares.
Movimiento de vaivén
La tesis de la investigación es que un movimiento de vaivén aumenta el flujo sanguíneo dentro de las venas y las arterias del sistema circulatorio y esto hace que las células endoteliales, que revisten por dentro la pared de los vasos sanguíneos, expulsan a la sangre toda una colección de sustancias beneficiosas.
Para realizar esos movimientos a los pacientes, el Servicio Riojano de Salud (SERIS) cuenta con unas camas especiales facilitadas por una empresa norteamericana que las comercializa, aunque no para el fin con el que se usarán en La Rioja.
Mirpuri ha reconocido que se trata de un experimento que "parece algo exótico, poco científico y casi de ciencia ficción", pero "detrás hay años de trabajo" y, finalmente, "se trata de comprobar que el movimiento de cizalla, el de acunar a un bebé, tiene un sentido científico y beneficia al cerebro".
El ensayo clínico tiene el visto bueno del Comité Ético de Investigación Clínica de La Rioja (CEICLAR) y de la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS).
Hasta 87 pacientes
Para desarrollarlo se pretende contar con 87 pacientes de los que ingresen en la Unidad de Ictus del Hospital San Pedro de Logroño en menos de seis horas después de haber sufrido el infarto cerebral.
Los pacientes que otorguen su consentimiento al estudio serán divididos en tres grupos, de los que uno recibirá el tratamiento habitual sin agitación; otro recibirá el tratamiento habitual y una sesión de "acunamiento" durante 3 horas en el primer día de estancia en el hospital; y el tercero recibirá 7 sesiones de 45 minutos cada día de este procedimiento.
A todos los pacientes del ensayo se les realizará una resonancia magnética a su llegada al centro para comprobar el tamaño del edema y del daño cerebral y otra a los siete días para ver su evolución.
Además, se medirá la recuperación de las capacidades mecánicas e intelectuales de los pacientes a lo largo de su tratamiento y, al final del estudio, se analizará estadísticamente la influencia del tratamiento de agitación sobre el daño cerebral residual y se comprobará si el nuevo tratamiento es útil.
Sin efectos secundarios
Los autores del trabajo creen que este tratamiento, que no es invasivo ni tiene efectos secundarios, se puede aplicar en combinación con otros medicamentos y terapias, según Mirpuri.
Ha añadido que consideran que puede contribuir al tratamiento del ictus en países en vías de desarrollo, donde se producen dos terceras partes de las muertes asociadas a los accidentes cerebrovasculares.
Nieto ha recalcado que la investigación médica en el CIBIR es "prioritaria" para el Gobierno regional, que ha consignado este año un presupuesto de 3,3 millones de euros para este fin, casi un 4 % más que en 2014, ejercicio en el que se logró un "retorno" de alrededor de un millón de euros para el centro.
Ha recordado que el año pasado se incorporó una nueva unidad de investigación, liderada por Lydia Álvarez, dedicada a trabajar sobre el parkinson.
El CIBIR, que inició su actividad en 2008, cuenta con siete unidades de investigación agrupadas en cuatro áreas estratégicas: Enfermedades Infecciosas; Oncología; Neurodegeneración y Resistencia a Antibióticos; y con tres plataformas tecnológicas sobre genómica, bioinformática y bioética.
Entre los proyectos en los que trabaja el centro, Nieto ha destacado uno sobre regeneración ocular, que es financiado por el Departamento de Defensa de Estados Unidos; y otro para visualización de imágenes médicas en tres dimensiones.
El CIBIR inició su actividad con 41 investigadores y actualmente cuenta con 61, que el año pasado realizaron 43 publicaciones en revistas científicas.
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