El 60% de los ciclomotores y el 40% de las motocicletas de La Rioja no pasan jamás la ITV

La radiografía se repite, ligeramente mejorada, en La Rioja, donde al menos la mitad de las motocicletas y ciclomotores no han pisado la ITV en su vida. Más aún, si la legislación o la presión sancionadora no lo impiden, sus dueños no tienen intención de acudir a por la pegatina que acredita que el vehículo ha superado el examen y es apto para circular con seguridad.

Con una revisión bianual obligatoria desde el cuarto año de antigüedad en el caso de las motocicletas y desde el tercero para los ciclomotores (hasta el 2007 estaban exentos), la estadística en La Rioja ha mejorado considerablemente en los últimos años, ya que mientras en el 2008 sólo acudieron a la cita 3.434 vehículos de este tipo, a partir del año siguiente la cifra ha superado los 5.000 en los cinco siguientes ejercicios, una tendencia ratificada en lo que llevamos de año, con 6.273 motocicletas y ciclomotores revisados en los diez primeros meses de este 2014, según los datos facilitados a Diario LA RIOJA desde la Dirección General de Innovación, Industria y Comercio del Ejecutivo regional.

Avance, sí; pero no suficiente. Con un parque regional de 24.181 ciclomotores y motocicletas en el 2013, según consta en la página oficial de la Dirección de Tráfico (DGT), el número de motocicletas y ciclomotores que han pasado por los centros de la ITV de La Rioja asciende en los dos últimos años a 11.989 5.760 en el 2013 y 6.273 en el 2014; es decir, el 49,5% del total, porcentaje que habría que suavizar con la resta de los vehículos de más reciente adquisición, dato que no consta en la web de la DGT, que excluye de los desgloses por edad los ciclomotores, mucho peor parados que sus hermanas mayores en todos los indicadores.

En el caso de las motocicletas, La Rioja rondaba al cierre del pasado año las 14.000 unidades, de las que casi el 57% sí ha cumplido con la inspección obligatoria: 3.891 el año pasado y 4.051 en el inacabado 2014. El panorama es radicalmente distinto al analizar la estadística de los vehículos de hasta 50 centímetros cúbicos: con un parque riojano de 10.246 ciclomotores, apenas el 39,4% ha visitado la ITV en los últimos 22 meses: 1.848 en todo el 2013 y 2.199 en este 2014.

Una tasa de rechazo del 10%

En parte por ese absentismo, motocicletas y ciclomotores pueden presumir de un porcentaje de aptos en primera revisión superior al del conjunto de vehículos examinados en las ITV de la región. Así, en los diez primeros meses de este año los vehículos de dos ruedas acumulan una tasa de rechazo en primera inspección del 10% frente al 13% del conjunto del parque automovilístico.

Problemas de alumbrado y señalización, modificaciones ilegales, defectos en la identificación del vehículo, emisiones de gases y ruidos, mal estado de ejes, ruedas, neumáticos... El catálogo de taras se mantiene intacto. En los 6.273 ciclomotores y motocicletas revisados hasta el pasado 31 de octubre, los operarios de las ITV riojanas detectaron 293 deficiencias en alumbrado y señalización, 120 por problemas en la identificación del vehículo (fallos en las placas y en el número de bastidor), 94 por el mal estado de ejes, ruedas y neumáticos, 83 por emisiones de gases o ruidos, de las que unas 70, según la estimación de Industria, corresponderían a ciclomotores, vehículo que atesora el grueso de las faltas graves por modificaciones no autorizadas, sobre todo por alterar la velocidad máxima permitida, con 120 de los 167 expedientes totales.

«El mayor problema en el caso de los ciclomotores más antiguos está en los ruidos; en los más nuevos, los scooter, es el exceso de la velocidad, ya que casi la mitad de los rechazados es por este motivo y nos hemos encontrado algunos que superaban hasta los 100 kilómetros por hora», detalla Fritz Bacher, responsable de la ITV logroñesa de Atisae.