Cáritas La Rioja celebra una 'performance' por el Día de las Personas sin Hogar

Con el objetivo de concienciar a la sociedad riojana la entidad ha organizado un 'performance' gracias a la colaboración del IES Batalla de Clavijo. Esta actividad, que ha tenido lugar en la plaza del Mercado de Logroño, ha contado con la participación de 75 estudiantes que, a través de una acción artística y música, representarán situaciones de injusticia relacionadas con la vivienda.

A continuación, se ha leído un manifiesto. Además, el día 30 se desarrollarán actos de sensibilización en numerosas parroquias.

El Día de las Personas sin Hogar ha sido convocado por Cáritas, FACIAM (Federación de Asociaciones de Centros para la Integración y Ayuda a Marginados), fePsh (Federación de Entidades de Apoyo a las Personas sin hogar), XAPSLL (Xarxa d'Atenció a Persones sense llar) y BesteBi (Plataforma por la inclusión residencial y a favor de personas sin hogar de Bizkaia), para denunciar la "situación de emergencia residencial" que se vive en España.

Bajo el lema 'Acabar con el sinhogarismo es posible', decenas de entidades sociales de la Unión Europea se movilizan para reclamar que nadie duerma en la calle, viva en alojamiento temporal o de emergencia por un período superior al necesario o abandone una institución sin alternativa de alojamiento.

Las cifras en La Rioja

Según la última memoria de Cáritas La Rioja, en materia de vivienda dos colectivos están padeciendo especialmente la dureza de la crisis: las personas sin hogar y los temporeros. La precariedad económica obliga a muchas personas a dejar sus casas para trabajar en otras localidades o a vivir en la calle. En 2013 su servicio de acogida a temporeros y personas sin hogar en el medio rural atendió a 1.249 personas con un total de 7.954 servicios prestados.

Por otro lado, en el Programa Ola de Frío que se desarrolla en el albergue de La Estrella, en enero, febrero, marzo y diciembre de 2013 fueron atendidas 148 personas.

El análisis global de Cáritas La Rioja apunta que la crisis estructural ha aumentado el número de intervenciones realizadas por la entidad social en los últimos cinco años. El perfil de las personas atendidas también ha experimentado cambios: desciende la edad media porque los extranjeros que piden ayuda son cada vez más jóvenes, y aumenta el número de españoles, sobre todo por su búsqueda de empleo durante la campaña temporera.

Datos "alarmantes"

La Federación de Entidades de Apoyo a las Personas sin hogar (fePsh) indica que más de 30.000 personas viven en nuestro país sin hogar y sin techo. Por su parte, el VII Informe FOESSA, publicado a finales de octubre, señala que en 2013 un 3,3% de personas en España vivían en situación de hacinamiento.

Otra cifra preocupante la aporta la Plataforma de Afectados por la Hipoteca, que señala que entre enero y julio de 2013 se produjeron en España 35.908 desahucios. Y, lo que es más grave, el 83% de las personas afectadas afirmaban no tener otra vivienda, ni de propiedad, ni de alquiler, en la que alojarse.

La Declaración Universal de los Derechos Humanos, la Carta Social Europea y la Constitución Española sostienen que toda persona tiene derecho a una vivienda digna y adecuada. Sin embargo, esta premisa no parece estar vigente en España. Así lo indican datos como estos: de los casi 7 millones de viviendas terminadas entre 1991 y 2007, sólo el 14,5% (989.018) estuvieron sujetas a algún sistema de protección; y entre 2008 y 2012 se realizaron 400.000 ejecuciones hipotecarias con consecuencias devastadoras para miles de familias.

Como se denuncia desde la Campaña de Personas Sin Hogar, estos datos esconden personas y familias que no tienen techo o, aun teniéndolo, no disfrutan de una vivienda digna, adecuada, en paz y en un entorno habitable y sustentable. El problema no ha remitido en los últimos años. Ciudades como Barcelona han visto incrementado en más de un 162% el número de personas, tanto adultos como menores, que viven en asentamientos urbanos.

En varias zonas de Huelva y Almería existen también asentamientos rurales donde malviven miles de personas, con "techo" pero sin agua corriente, gas, alcantarillado, recogida de basuras, etc.