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Marcelino Izquierdo
Jueves, 20 de noviembre 2014, 11:50
La visita que protagonizó junto a su primer esposo, Pedro Luis Martínez de Irujo, el 17 de julio de 1960, a la ciudad de Haro. Ambos acudieron al homenaje benéfico en honor de Faustino Inchausti "Tinín", un joven diestro de la tierra que había visto ... truncada su carrera tras perder una pierna en la plaza de toros de Burgos.
Fue una jornada muy emotiva, inolvidable, que el periódico Nueva Rioja titulaba así: «El homenaje y beneficio tributados en Haro al malogrado torerillo Tinín constituyeron una jornada brillantísima y un éxito completo». Y abundaba el diario: «El niño torero ofreció su vestido de luces a la Virgen de la Vega (patrona de la ciudad); la duquesa de Alba despejó el ruedo en el festival, y Fernando Domínguez, Rafael Vega, Manolo Escudero "Litri" y los novilleros Rafael Montero y Juan Luis de la Rosa cortaron las orejas de los astados a que dieron muerte».
El homenaje resultó todo un acontecimiento en la "costa del vino". Además del festival taurino, los duques de Alba no se perdieron ni uno solo de los actos programados, sobre todo Cayetana, cuyo amor por el arte de Cúchares le viene desde la infancia.
La duquesa estuvo en primera fila durante el oficio religioso celebrado en la basílica de la Virgen de la Vega, en la que "Tinín" ofreció su traje de luces a la patrona de la ciudad. Durante todo el día disfrutaron de su amena conversación las autoridades presentes, desde el alcalde jarrero hasta el gobernador civil de la provincia, y también los representantes de las peñas taurinas riojanas que habían organizado el evento.
Tras el acto religioso, Pedro Luis y Cayetana se desplazaron hasta la finca Pérez Baroja, donde departieron con varias familias de la jet jarrera durante el aperitivo y tomaron un refrigerio.
Elegante amazona
Ya en la plaza de toros, la duquesa, muy aficionada al arte ecuestre, apareció sobre el albero a lomos de un bello corcel blanco, con el que «despejó» el ruedo. Fue uno de los momentos más emotivos, en el que el público aplaudió a rabiar. Antes del festejo, "Tinín" correspondió a las muestras de cariño desde un carruaje y, al final, salió a hombros del coso taurino.
Tampoco faltó el vino de Rioja en tan fausto acontecimiento, pues tanto los duques como quienes eran protagonistas de la fiesta visitaron las bodegas López Heredia. Allí, probaron los mejores caldos de su cava de reservas especiales y, con posterioridad, disfrutaron de la gastronomía regional con una cena ofrecida por el restaurante "Terete".
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