Secciones
Servicios
Destacamos
Pío García
Jueves, 30 de octubre 2014, 12:00
Antes, hace ya bastantes años, los cementerios solían estar en el centro del pueblo, bien acurrucaditos contra la pared de la iglesia, como si los muertos tuvieran miedo y quisieran procurarse compañía, protección y consuelo para toda la eternidad. Todavía quedan algunos ejemplos en La ... Rioja, generalmente en municipios pequeños, casi deshabitados, en los que el tiempo parece haberse congelado.
Sin embargo, ahora se suelen hacer los camposantos bien lejos, a veces a kilómetros del lugar, detrás una loma o incluso en la cima de alguna montaña. Quizá sea una manera simbólica de marcar que aquel es, en efecto, el otro barrio. O quizá solo sea la representación urbanística de una sociedad frenética e insensata que tiende a olvidarse de la muerte y de los muertos.
Durante nuestro viaje por La Rioja, el fotógrafo Justo Rodríguez y yo hemos visitado unos cuantos cementerios. En esta estupenda galería van algunos y variados ejemplos. Desde el camposanto de Zarratón, frío, sereno y racional como el chalé de un arquitecto, hasta las dos tumbas anónimas y solitarias que yacen junto a la iglesia de Villalobar entre una selva de matojos.
Aunque en Alfaro es mucho más famosa su tumba vertical, aquí preferimos quedarnos con la lápida, escrita en alemán, que a pie de carretera señala el punto en que murió un piloto del ejército nazi. Pone: «Hier vergunlückte tödlich am 25.2.1938 im Dienst um ein nationales Spanien Wilhelm Hildebrand». O sea: que aquí murió, en accidente, el 25 de febrero de 1938, este soldado de la Wehrmacht al servicio del «bando nacional». También nos resultó curiosa la única tumba plantada junto al castillo de San Vicente de la Sonsierra. Su lápida, fechada en 1867, dice: Aquí yace el virtuoso abogado D. Cecilio Quintana Villanueva. Uno no duda de las virtudes, seguramente asombrosas, del abogado D. Cecilio Quintana Villanueva, pero debemos reconocer que la humildad no estaba entre ellas: el hombre se buscó el sitio con las mejores vistas de La Rioja para esperar pacientemente el juicio final.
No obstante, si debo elegir mi fotografía favorita, me quedo con la que Justo Rodríguez tomó en Anguiano. No se ven cruces, nichos, lápidas ni mausoleos; pero ¿a que ustedes sabrían decir dónde está el cementerio?
(*) Este fin de semana continúa la serie La Rioja de cabo a rabo, patrocinada por Bankia. El sábado 1 de noviembre, día de Todos los Santos, paseamos por Villalobar, Castañares de Rioja y Baños de Rioja. El domingo llegamos a Herramélluri, Leiva y Tormantos.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Carnero a Puente: «Antes atascaba Valladolid y ahora retrasa trenes y pierde vuelos»
El Norte de Castilla
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.