El embajador de España en la OTAN afirma que el conflicto de Ucrania debe resolverse por «la vía política y diplomática»

Aguirre de Cárcer participa en la apertura de las VII Jornadas de Seguridad y Defensa de la Universidad de La Rioja, que este año se celebran bajo el título 'Unión Europea, Rusia y Ucrania: Quo Vadis Europa?'.

Sobre esta situación, en concreto, ha señalado que la OTAN lleva trabajando meses, "desde que, en noviembre del año pasado, comenzaron las manifestaciones, se produjo luego la caída del Gobierno y, posteriormente, la anexión de Crimea a Rusia". "La desestabilización del país ha tenido un impacto importante en la OTAN", ha asegurado el embajador.

Frentes de acción

Un impacto que ha centrado en tres aspectos: el primero, en los países aliados de la OTAN más cercanos al conflicto, como son Rumanía, Polonia o los tres países bálticos, "que sienten, en todos los casos, una amenaza, un riesgo a su estabilidad, y queremos responder a esta percepción que tienen". En este sentido, ha recordado la reciente Cumbre de Gales, en la que los 28 países de la Alianza Atlántica "acordaron que Rusia no podría hacer con ninguno de estos países aliados lo mismo que ha hecho con Ucrania", en virtud a los propios acuerdos de la OTAN.

El segundo frente de acción sería el propio país ucraniano, "que es un país complejo, que tiene niveles elevados de corrupción y que, sobre todo, tiene unas fuerzas armadas de las que se ha demostrado que no tienen nivel suficiente para hacer frente a una situación como ésta, necesitan fortalecerse de nuevo".

Y, por último, el tercer aspecto, "y el más complicado", es la propia relación de la OTAN con Rusia, regida "desde 1997 por un acuerdo de cooperación para ser socios estratégicos", un acuerdo que se ha suspendido "porque se ha dado una quiebra importante en la confianza de la OTAN hacia Rusia por sus acciones en Ucrania, en Crimea o en apoyo a los grupos separatistas en el país".

"Esto -a juicio del embajador- nos debe llevar a reflexionar sobre cómo encarar la relación con Rusia". Una relación que podría pasar por "dejar una zona de influencia a Rusia, que reconociera una influencia en su entorno cercano y, en esa zona, al margen de hablar con ellos, tendrían una cierta capacidad de intervención ". Algo complicado, porque "hay principios del derecho internacional que se deben mantener a toda costa", como la integridad territorial "que no se ha respetado en el caso de Crimea" o la soberanía y la no injerencia en otros países". Y todo, en un marco de sanciones de la UE y contrasanciones de Rusia "que está afectando a los empresarios españoles".

Por eso, la solución a las relaciones con el gigante ruso son la principal prioridad para los 28 aliados de la OTAN, "porque la solución a este conflicto debe ser política y democrática, no militar, por eso, siempre se está dejando una puerta abierta al diálogo político con Rusia". "El futuro de Europa exige que haya cooperación con Rusia, no hay que volver a la guerra fría", ha concluido.