La terraza de la casa en la que vivía el joven y que incendió.

El apuñalador de Lérida declara que cuando «está mal imagina que quema a su familia»

Alejandro Ruiz admitio ante el juez en la ciudad ilerdense que atacó al joven colombiano en Logroño porque «le miró mal»

CARMEN NEVOT

Jueves, 23 de octubre 2014, 21:07

«Cuando está mal se imagina cosas como quemar a su familia viva o matar a sus vecinos... que entiende que estas actitudes no son normales y que necesita ayuda». Así se recoge en las dos declaraciones judiciales -la primera el 26 de septiembre y ... la segunda el pasado miércoles 15 de octubre- del autor de los cinco apuñalamientos de Lérida y a las que ha tenido acceso Diario LA RIOJA.

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A lo largo de los cinco folios que recogen la primera comparecencia de Alejandro Ruiz ante la juez de guardia de la ciudad ilerdense, trata de echar por tierra la vinculación de los ataques que desde el primer momento reconoció como propios con ideas racistas, y se muestra a sí mismo como un joven de salud mental quebradiza que llega a hacer una llamada de auxilio -antes no lo había hecho por «cobardía»- para «volver a ser el chaval que era a los 16 años». A partir de aquella edad «es incapaz de mostrar afecto hacia personas que le quieren».

Una versión, que ratificó en una segunda declaración sin grandes novedades ante el titular del Juzgado de Instrucción número 2, con la que no comulgan las acusaciones, incluida la Fiscalía. Todas ellas centraron su interrogatorio en la pertenencia del joven logroñés, estudiante de Medicina en la Universidad de Lérida (UdL), a la organización Nueva Época. Un colectivo que en algunos círculos de la capital riojana califican de neonazi, pese a que ellos se definían -aseguran haberla disuelto hace unos meses- como asociación social, cultural y deportiva.

A la desaparición de esta organización, de la que fue miembro fundador, también se refirió el acusado, aunque desligó su extinción con la causa que tiene pendiente en Logroño por atacar, junto a otro socio de Nueva Época, a un joven colombiano en el parque del Carmen en el 2012. Por esta agresión, pendiente de señalar fecha de juicio, se enfrenta a tres años de cárcel.

Precisamente, en su declaración ante el juez de la ciudad catalana, reconoció que había apuñalado dos veces a un joven en Logroño «que el chico era extranjero, aunque no fue este el motivo de atacarle. Le atacó porque le miró mal».

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Las pinturas del piso

Los abogados de las cinco víctimas pusieron además el acento de su interrogatorio en las pinturas que aparecieron en las paredes del piso, en el número 36 de la avenida Rovira Roure, en el que vivía de alquiler el joven universitario, y en los libros que encontraron en la misma vivienda.

En cuanto a las pinturas relacionadas con «moros, partidos políticos, en general, todas se refieren a personas que no le caen bien», detalla textual el documento de declaración. En este punto, Alejandro Ruiz, a quien el juez le imputa cinco presuntos delitos de homicidio o asesinato en grado de tentativa o alternativamente cinco de lesiones y de uno de incendio, precisa que «no está en contra de los musulmanes sino de las manifestaciones hechas por el estado islámico y sus intenciones de conquistar España y que no le caen bien las ideologías independentistas catalanas».

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En las paredes del domicilio del imputado, de 21 años, también aparecieron pintados los números '14' y '88'. El significado del primero de ellos, tal como lo relató ante el juez, tiene que ver con «asegurar la asistencia de los hombres y de los niños blancos» y el segundo, «heil Hitler». Junto a estas, había otras frases escritas en la pared como «tienes suerte de que no me venga la atrapada», en referencia a la locura.

"Quería matarse a sí mismo"

El día de los apuñalamientos, el 22 de septiembre, aseguró que «estaba mal, que quería matarse a sí mismo y en lugar de pedir ayuda, adoptó la salida errónea. En otra ocasión pintaba la pared, acuchillaba colchones y gritaba mirando al espejo con un cuchillo en la mano». Ese día, además, antes de agredir a cinco personas -cuatro de ellas extranjeras y sólo un español-, «tiró la gasolina por el piso con intención de quemarlo, quería dejar el pasado atrás... Sabía que vivía más gente en ese edificio, pero en aquel momento le daba igual que se quemara todo o incluso la ciudad entera o el mundo entero».

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"Brotes de ira cada vez más frecuentes"

El acusado culpa de sus acciones a los «brotes incontrolables de ira cada vez más frecuentes». En concreto, el 22 de septiembre, un día después de regresar de celebrar en Logroño el inicio de las fiestas mateas, «sólo pensaba en clavar el cuchillo a alguien, con independencia de la nacionalidad, le daba igual matarlo o no matarlo. Que si se moría la víctima le era indiferente. Lo que quería era hacer daño a la gente».

Sea como fuere, el informe médico efectuado en el servicio de urgencias del hospital Santa María a las pocas horas de que Alejandro Ruiz se entregara a la Guardia Urbana de Lérida, aconsejaba su ingreso psiquiátrico. «Que por las características de la gravedad del impacto social y del riesgo de nuevas alteraciones conductuales -difícil de cuantificar- sería aconsejable se llevase a cabo en un modulo penitenciario hospitalario».

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Entonces, los médicos que atendieron al estudiante de Medicina veían claro que se necesitaba ampliar la recogida de información procedente de la familia, «con el objetivo de obtener datos del funcionamiento psicológico y social de esta persona a lo largo de estos años». Entre otras, no descartaban patologías como trastorno de control de impulsos, trastorno psicótico y personalidad patológica.

Poco después de ser atendido en urgencias y a pesar de la recomendación recogida en el informe médico, los Mossos de d'Esquadra trasladaron al riojano a comisaría donde permaneció el máximo legal de 72 horas antes de pasar a disposición judicial, algo que ocurrió el 26 de septiembre. Ese mismo día la juez le enviaba a prisión provisional comunicada y sin fianza.

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Precisamente, a la vista del informe médico, al que también ha accedido este diario y que no ha sido incorporado a las actuaciones hasta esta misma semana, el abogado de Alejandro Ruiz solicitó el ingreso de su cliente en un centro psiquiátrico. Una petición que era rechazada.

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