África Azcona
Martes, 14 de octubre 2014, 10:45
Algunos propietarios han querido dar un toque especial a sus casas cubriendo las fachadas con hojas, y el resultado es, por lo general, una estética muy vistosa que evoca una atmósfera romántica. Aunque más extendidas en Comunidades como Asturias y Galicia, en La Rioja también ... hay bellos ejemplos de viviendas 'tapizadas' con hiedras y hojas de parra, que destacan a la vista sobre el resto de inmuebles de ladrillo y cemento.
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Carmen Cortizas es una de las propietarias de estas casas-jardín. A quienes circulan o pasean por la Carretera de Soria seguro que no les ha pasado desapercibida su casa, un chalet de tres plantas, situado junto al antiguo Garden Luz, cubierto en su totalidad de hojas. Sólo cuatro esquejes de parra de uva que plantaron cuando construyeron la vivienda han ido tejiendo el tupido manto verde que apenas deja entrever el rosa original de la fachada. Desde el exterior parece un jardín vertical y desde dentro la vegetación da la impresión de haber creado una vínculo con el jotro ardín de la entrada en el que hay plantados un abeto, un boj, un magnolio, rosales. Está claro que Carmen es una amante de la jardinería y el resultado es esta singular vivienda, construida hace 30 años en el límite entre Logroño y Lardero.
Contrariamente a lo que se pudiera pensar, su mantenimiento es muy sencillo y nada costoso, y no atrae insectos . Quizás el mayor problema es recortar las hojas que llegan a las ventanas e ir conduciendo los tallos que van avanzado (desarrollan troncos gruesos); tampoco el riego tiene nada especial. Se riega cuando les toca o con el agua de la lluvia". Luego ellas solas van creciendo con libertad.
"No tenemos aire acondicionado"
Una de las características de estas plantas es que absorben las partículas tóxicas que flotan en el ambiente y en verano reducen el calentamiento de la pared, creando una ventilación natural. "Hay quien piensa que tengo puesto el aire acondicionado, pero no tengo aire acondicionado".
Por dentro y por fuera el ambiente que se respira es de calma, pero además se logra un efecto estético muy logrado y cuidado, que no pocos curiosos han querido fotografiar. El chalet no pasa desapercibido para las muchas personas que pasean por esta zona de la carretera de Soria y más de uno se ha detenido y llamado a su casa para preguntar si puede hacer fotos. Nunca les he puesto ningún reparo... yo encantada", dice Carmen, que ha logrado evocar en su hogar de Logroño la estética de muchas casas de su Galicia natal. "Por allí es muy habitual ver casas cubiertas de hiedras; aquí no he visto muchas, la verdad".
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Fachadas otoñales
Hemos estrenado ya en el otoño y las paredes poco a poco van cambiando de color; la hoja se va tiñendo de rojos, amarillos y naranjas y la nueva estación (cuando las casa está más bonitas, según Carmen) va cambiando los matices de la fachada, por obra de la naturaleza y sin ninguna intervención humana.
En Ezcaray las fachadas de las casas con cubierta vegetal ya lucen otoñales. En esta localidad hay varias viviendas decoradas con esta estética natural, pero en el mismo Logroño hay otros ejemplos singulares como la viviendas situada en Bretón de los Herreros, 63, junto a La Gota de Leche. En este inmueble, una planta de parra de uva moscatel, casi centenaria, ha ido trepando sobre la fachada y, a modo de enredadera, la ha ido cubriéndo hasta alcanzar cuatro de los cinco pisos del edificio. "Desde dentro la sensación es muy agradable y da a las habitaciones una sensación de mucha tranquilidad", afirma una de las inquilinas, orgullosa de esta planta, que cuida con esmero un jardinero.
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También en Fuenmayor, en la calle Petra Fernández de Bobadilla, se puede admirar una de estas viviendas-verdes. En este caso la hoja treparadora es de parra virgen y da uvas, que incrementan el aspecto estético, pero que se aconseja no comer. Cuando Pablo José Pérez compró la casa, la parra ya estaba ("tendrá unos 40 ó 50 años") y pronto se entusiasmó con la idea de cuidarla, porque alegran y vitalizan la casa. "No suelo regarla, porque se alimenta de la humedad del subsuelo y el clima mediterráneo hace el resto. Nunca le he dado ningún tratamiento especial y los insectos que aparecen son los típicos que hay en los pueblos". Una de las mayores ventajas, explica, es la temperatura constante que se consigue en el interior de la casa. "En el lado de la casa que no está cubierto el frío y el calor se nota más".
Jardines naturales
Esta una opción decorativa la han buscado también no pocas bodegas, porque no necesitan mucho mantenimiento y, además, le dan un aspecto natural y elegante. Marqués de Riscal es un buen ejemplo (la vegetación envuelve el entorno), pero también otras más pequeñas como las bodegas Castillo de Fuenmayor, donde las hojas ensalzan la distinción que acompaña a estas edificaciones.
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También crece la tendencia a instalar jardines naturales en lugares públicos; en Logroño todavía no está muy extendido, pero sí existen algunos ejemplos, como la plaza de El Coso. La hiedra tapiza de forma muy vistosa el amplio muro que se encuentra en el interior de este patio de viviendas situado en la trasera del Ayuntamiento de Logroño.
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