PPLL
Domingo, 7 de septiembre 2014, 00:16
No hay muchos ejemplos 'vivos' de molinos activos. Acaso cuatro para no olvidar el patrimonio que hemos perdido. Casi todos tienen un aprovechamiento comercial de particulares. En Sorzano está el museo de las almazuelas de Lola Barasoain. En la cuenca del río Leza, en San Román de Cameros, pueden visitar la casa rural del molino de El Corregidor. Pero también existen algunos que se han mantenido por el interés particular de personas vinculadas con el patrimonio. Magdalena Martínez conserva hoy uno de los pocos ejemplares con casi todos los elementos disponibles en Las Ruedas de Enciso. Pero hay otros particulares, como el de las hermanas Ramírez de la Piscina, en Ábalos, que han recuperado la historia y la conservan en el ámbito particular. Los restos de otros muchos molinos de La Rioja pueden encontrarse en diferentes estadios de deterioro. Uno de los más singulares está en Cárdenas, junto al río del mismo nombre.
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