Los daños ocasionados por el pedrisco desde junio superan el millón de euros

Como sucede casi siempre con la aparición de estos fenómenos meteorológicos, están muy localizados y la valoración de los mismos debe realizarse varias semanas después para conocer los daños reales.

El 20 de junio Briñas sufrió una intensa tormenta que afectó a unas 212 hectáreas, de las que 100 se encuentran cultivadas en su mayor parte de viñedo. La valoración de los daños estimados por los servicios de la Consejería de Agricultura de La Rioja ascienden a 293.436 euros.

Las tormentas caídas por las mismas fechas en Uruñuela y Albelda trajeron piedra pero con agua abundante, por lo que se estima que los daños fueron menores. A falta de valoraciones y cultivos concretos, el viñedo apenas presenta signos de golpeo de la piedra.

El 22 de junio otra tormenta afectó a los municipios de Sorzano, Entrena y Navarrete, ocasionando daños en algunos cultivos como la nectarina. No hay valoración. Y lo mismo sucede con la tormenta de piedra en Aguilar del Río Alhama.

El caso más notable por los efectos y consecuencias sucedió el 23 de junio. Una tormenta de piedra con bolas de granizo de hasta 4 centímetros arrasó una amplia zona de cultivos de Cellórigo, Castilseco y Galbárruri. Agricultura reconoce que los daños fueron «devastadores» en el viñedo y el cereal.

Una superficie de 1.934 hectáreas, de las que 1.100 se encontraban cultivadas, destrozó viñedos en pleno cuajado y una buena cosecha de cereal con unas perspectivas de 6.000 kilos por hectárea. Algunas parcelas sufrieron daños catastróficos con pérdidas de la totalidad de la cosecha de trigo, cebada, girasol y viñedo. La evaluación económica de los daños en la zona asciende a 783.820 euros

No hay que olvidar tampoco la tormenta del pasado día 1 de julio, con daños en los términos municipales de Pradejón (unas 350 hectáreas), El Villar de Arnedo y Calahorra. Faltan por concretar algunas valoraciones pero las estimaciones de Agricultura precisan que el granizo afectó a una amplia zona de los regadíos tradicionales y cultivos muy variados.

Viñedos, olivo y, principalmente cultivos hortícolas como el tomate y el pimiento, han sido los más dañados. Los impactos del pedrisco han dejado heridas en la viña y en el olivo, aunque podrían recuperarse con los tratamientos cicatrizantes adecuados.

Peores perspectivas dejó el pedrisco en los cultivos de huerta. Además de los daños puntuales en los mismos, se ha cortado la floración, con lo que habrá una pérdida de rendimientos y un retraso en el ciclo productivo.