PPLL
Viernes, 4 de julio 2014, 11:59
Una media anual de unos 130 casos de violencia machista se detectan en el ámbito sanitario de La Rioja y en el de servicios sociales se atienden a unas 150 mujeres en relación con esta materia, ha afirmado este viernes el consejero de Salud y ... Servicios Sociales, José Ignacio Nieto.
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Nieto se ha referido hoy, en una rueda informativa, a la coordinación entre los profesionales sanitarios y de servicios sociales para detectar la violencia de género y apoyar a las mujeres y a los menores víctimas de malos tratos en La Rioja, donde existe un protocolo al respecto desde el año 2010.
Ha comparecido junto al jefe del Servicio de Urgencias del Hospital San Pedro, Pedro Marco; la responsable del Centro Asesor de la Mujer, Alicia Aliende; y el coordinador del centro de salud Siete Infantes de Lara de Logroño, Roger Nadal.
El consejero ha destacado que los profesionales de la salud se encuentran en un lugar "estratégico" para la detección y asistencia de las mujeres que sufren violencia por parte de sus parejas o exparejas y, a menudo, son las primeras personas en identificar esa situación, por lo que tienen un papel fundamental para detectarlo y realizar una atención integral.
"De hecho, simplemente escuchando a la mujer, muchas veces un profesional sanitario puede detectar el maltrato y proteger tanto a la mujer como a las personas más cercanas, sobre todo, a sus hijos", ha indicado.
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Para la detección desde el sistema de salud de La Rioja se ofrecen "útiles" herramientas para que el profesional sanitario pueda discernir si se encuentra ante un caso de violencia de género.
Marco ha señalado que a las urgencias hospitalarias acuden los casos más graves, evidentes y palmarios de la violencia de género, sobre todo de carácter físico, y se atienden una media de dos a tres mujeres al mes.
En este recurso se suele detectar más el maltrato físico y los profesionales sanitarios deben tratar de descubrir lo que no es evidente, ya que la violencia puede pasar desapercibida y, en ocasiones, las personas afectadas tratan de "engañar" al médico, según el consejero.
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Los indicios que hacen sospechar al médico de urgencias son, por ejemplo, la actitud de la mujer y lesiones congruentes o no con lo que relata, según Marco, quien ha indicado que, en estos casos, se remite al Juzgado un parte de lesiones, más exhaustivo que el que se lleva a cabo para otro tipo de agresiones.
Además del parte de lesiones y, tras llevar a cabo la atención clínica, los profesionales informan a la mujer de los dispositivos a su alcance, se le pone en comunicación con la trabajadora social del hospital y de manera excepcional y si la mujer no cuenta con un entorno familiar, se opta por ingresarla hasta que se puede resolver la situación por otras vías para garantizar su seguridad.
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Nieto ha señalado que en Atención Primaria se detecta más el maltrato físico con lesiones leves y el psicológico, se tratan los síntomas y si fuera preciso, se le deriva, dependiendo de los casos, a las unidades de salud mental, centros de salud, servicios sociales de base en los ayuntamientos o al Centro Asesor de la Mujer.
Nadal ha añadido que, en ocasiones, el maltrato de género puede estar "enmascarado" con otros problemas de salud que sufren las víctimas, por lo que es importante la labor de los profesionales sanitarios para detectar la realidad.
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Nieto ha relatado que cuando la mujer requiere una intervención directa en casos de violencia o necesita participar en algún programa especializado, desde el sistema sanitario la remiten al Centro Asesor de la Mujer, como centro especializado, que desarrolla una intervención directa mediante un asesoramiento legal, social y psicológico, a través de un equipo multidisciplinar profesional.
Cuentan con una red de alojamientos para víctimas de violencia de género y para sus hijos menores, que se destina a las mujeres en situación de riesgo social que carecen de recursos económicos, vivienda y apoyos.
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La directora del Centro Asesor de la Mujer ha insistido en que "hay recursos y se puede salir de la violencia de género", por lo que es importante dar el primer paso en reconocer esa situación.
Se ha referido al programa de atención psicoeducativa a menores expuestos a violencia de género, denominado "Apóyame", en el que han participado, en el primer semestre del año, 43 niños y jóvenes de 6 a 17 años y cuyo fin es paliar en los menores los efectos de su exposición a este tipo de violencia.
A ello ha sumado el programa de prevención de riesgo de violencia dirigido a hombres, al que hasta ahora han acudido una veintena de personas.
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