Cinco años por el accidente laboral en el que murió un hombre en Castañares

Durante la vista los acusados explicaron que en sus visitas no pudieron comprobar que en el tejado no había protección alguna para evitar caídas por los huecos reservados a los lucernarios (por donde se precipitó el fallecido) y apuntaron que las medidas de seguridad se instalan cuando se comienza a trabajar en la zona, por lo que consideran que en el tejado, donde aún no había empezado el tajo, no eran necesarias.

El hijo del fallecido explicó que accedieron a través de una escalera al tejado y que, una vez arriba, su padre le dijo que tuviera precaución con los huecos que estaban tapados por un plástico negro que protegía la madera del agua y que, instantes después, se precipitó al vacio. Además dijo que no llevaban casco ni cinturones de seguridad.

Los abogados de la defensa se centraron en demostrar que la obra no estaba reanudada tras el parón navideño (el accidente tuvo lugar 25 de enero), lo que eximiría a sus defendidos de responsabilidad alguna. Además apuntaron que, junto a los dos acusados, el propio fallecido, como empresario contratista de la obra, también tenía responsabilidad en adoptar las medidas necesarias.

En sus conclusiones, uno de los letrados, antes de solicitar la absolución de su cliente, apuntó que la construcción es un trabajo de riesgo. Fue el destino. No busquemos mas responsabilidades.

El accidente tuvo lugar el 25 de enero del 2011. J.V.S. se encontraba trabajando con su hijo en el tejado del inmueble, que estaba cubierto con un plástico negro. El trabajador pisó en un hueco reservado para un lucernario que no estaba debidamente señalizado precipitándose desde una altura de 5,4 metros. Falleció instantes después.