El Rey, durante su visita a Logroño para la conmemoración del aniversario del Fuero.

Un asiduo visitante de La Rioja

El Rey ha protagonizado numerosas visitas a la región, incluso desde su etapa como Príncipe

Jorge Alacid

Lunes, 2 de junio 2014, 11:57

Desde sus tiempos de cadete en la Academia de Zaragoza, cuando visitaba con frecuencia Ezcaray para participar en maniobras militares como sus compañeros, el Rey se ha convertido en un asiduo visitante de La Rioja. Viajó por la región recién todavía su acceso al trono, ... con ocasión de la gira organizada para acercar la Corona a la ciudadanía, y también improvisó alguna visita: por Villoslada aún recuerdan aquella mañana que descendió de repente de un helicóptero, para pasmo de los vecinos.

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No obstante, sus visitas más celebradas por suelo riojano han tenido un carácter solemne. De ellas dan buena cuenta la hemeroteca de Diario LA RIOJA, que recoge cómo gran parte de los principales acontecimientos de las últimas décadas tenían como testigo cercano a Don Juan Carlos y el resto de la Familia Real. La celebración del aniversario de los fueros de Logroño, la inauguración en Calahorra de La Rioja Tierra Abierta y la apertura del Hospital San Pedro son algunos de esos momentos históricos que atrajeron al Rey hasta La Rioja.

Es larga también su vinculación con el mundo del vino, embajador de la región. El Monarca se reunió con los grandes actores de la DOC Rioja, paseó por algunas de sus más emblemáticas bodegas y recogió las reinvindicaciones del Consejo Regulador. A lo largo de su trayectoria, el Rey también se ha ido vinculando a la biografía de la UR: inauguró el CCT y presidió la apertura del año universitario .

Un último frente informativo se desprende del repaso de las imágenes que ha dejado la presencia del Rey en La Rioja: su cercanía al mundo industrial. Sus visitas a las factorías de Electrolux en Fuenmayor y de Heinz en Alfaro lo refleja.

Entre unos y otros episodios queda margen para la anécdota, para el saludo a los riojanos que acudían a agasajarle y para reforzar su vinculación con el centro neurálgico de la región, San Millán. Una estrecha relación que empezó en las fotos en blanco y negro y acabó a todo color. Una tradición que también heredó su hijo, el Príncipe de Asturias que se dispone a sucederle como jefe de Estado.

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