Desarticulan una red que vendía hachís cuyos miembros vivían en Logroño

En lo que se ha denominado segunda fase de la operación "Autrigón", la Guardia Civil se ha incautado de 23 kilos de hachís, 63 gramos de cocaína 11.000 euros en efectivo y tres vehículos, además de objetos para el pesaje y preparación de la droga para su venta y varios teléfonos móviles y equipos informáticos.

Dada la complejidad de la operación, que ha requerido la intervención simultánea en las cuatro localidades donde residían los detenidos, se ha requerido la intervención de medio centenar de agentes de la Policía Judicial de la Guardia Civil de varias provincias, ha explicado el capitán Garrido, Jefe de la Unidad Orgánica de la Policía Judicial de Burgos.

La investigación se inició el último trimestre del año pasado tras detectar un incremento de la venta de droga, fundamentalmente hachís en Briviesca (Burgos).

En una primera fase fueron detenidos el 26 de marzo cinco personas, dos españoles y tres de origen marroquí, que formaban una red independiente de tráfico de hachís que vendía la droga en tres puntos de Briviesca y uno de Burgos y a los se les incautó ocho kilos de hachís camuflado en botellas de agua y jabón.

En esta segunda fase de la operación "Autrigón" han sido detenidas otras cinco personas, todas ellas de origen magrebí, y se han desarticulado otros dos puntos de venta de droga en Briviesca y uno en la capital burgalesa.

Algo más de siete kilos de droga se encontraron en varios paquetes ocultos en el interior de la rueda de repuesto de un vehículo, cuyo conductor, que regresaba del sur de España, fue detenido.

El resto de la droga fue encontrada en los registros domiciliarios, ya que, según ha explicado el capitán Garrido, en los seis había droga y en tres de ellos importantes cantidades de dinero en efectivo.

El teniente coronel de la Guardia Civil en Burgos Miguel Salom ha recordado que en lo que va de año se han aprehendido en Burgos más de 1.500 kilos de hachís, aunque en su mayor parte en operaciones preventivas, sobre todo en las principales carreteras.

Sin embargo, ha destacado esta operación, porque se ha iniciado por las sospechas de la Guardia Civil, sin ninguna denuncia previa, y mediante una investigación de varios meses que ha permitido la detención de diez personas y el encarcelamiento de todas ellas, lo que, a su juicio, "deja claro que el trabajo estaba bien hecho y había pruebas suficientes para que el juez pudiera actuar de esta manera"