Estado en el que el propietario del burro encontró al animal.

La Guardia Civil investiga el descuartizamiento de un burro en una finca rústica de Alberite

El propietario del animal lo encontró muerto, con todas las zonas de carne retiradas a cuchillo y oculto por la maleza

P. HIDALGO

Viernes, 2 de mayo 2014, 09:48

La Guardia Civil investiga la muerte de un burro que fue violentamente descuartizado hace unos días por los asaltantes de una finca de recreo situada en el término municipal de Alberite.

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El propietario de la huerta, un jubilado vecino de Logroño, descubrió el cadáver el ... pasado domingo cuando acudió a la parcela situada en un camino intermedio entre el río Iregua y la carretera de Alberite a Albelda, en término de la primera localidad, después de haber permanecido varias jornadas de vacaciones.

El hombre se inquietó al no ver al animal, que no llegaba a los dos años de edad, y que era la mascota de la familia. Así que comenzó a buscarlo por la finca y lamentablemente lo encontró «en el extremo más lejano» de la huerta, muerto y «tapado por la maleza».

«En un principio pensé que lo habían devorado los perros», asegura el dueño del asno. Pronto se dio cuenta de que no había ocurrido así. «Vi que la carne estaba cortada como con cuchillos muy finos. Lo habían deslomado por un lado y habían dejado las costillas al aire», describe el apenado propietario del cuadrúpedo.

No contentos con eso, añade que los asaltantes «limpiaron los cuartos traseros y abrieron la tripa del animal para sacarle el solomillo». Así considera que queda más que probado que el móvil que guió a los atacantes no era otro que proveerse de una carne que, dice, «es apreciada mientras el burro tiene la condición de potrillo».

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«Una salvajada»

«Era la mascota de mi nieta y de un sobrino», lamenta el hombre que, indignado, no dudó en dirigirse al puesto de la Guardia Civil en Villamediana de Iregua para denunciar los hechos. «Me dijeron que este suceso se calificaba como un hurto, porque se correspondía con un robo sin violencia», explica visiblemente disconforme este jubilado.

Y es que él considera que lo ocurrido es «una salvajada». «Han dado con una piedra en la cabeza al animal, que encima se trata de una especie en extinción, lo han matado y deslomado», remarca. Además entiende que este suceso no puede valorarse como un delito menor ya que los agresores han irrumpido «en una propiedad privada que está vallada».

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«Esto no puede quedar impune», defiende el propietario del malogrado burrito, quien pone de relieve el «valor sentimental» que el asno tenía para su familia. Por otro lado, el hombre afirma que en esta zona se producen robos «de vez en cuando», pero ninguno con la violencia y el ensañamiento de esta agresión.

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