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Casimiro Somalo
Lunes, 28 de abril 2014, 09:26
¿Algunos podrían imaginarse hoy que se cerrara el monasterio de Valvanera por falta de vocaciones? Pues lo crean o no hoy sería difícil pero quienes tenían que decidir sobre ello no lo descartaron en 1940 ni en años sucesivos por otras razones y motivos ... que no se han conocido jamás y tampoco han terminado trascendiendo. Pero es así. Falta de medios económicos para sobrevivir, de vocaciones y frailes para mantener la abadía u otros intereses que tendrán que explicar en su día dentro de una orden religiosa como la de los benedictinos y de la dependencia de Valvanera del abad de Montserrat.
La supervivencia de Valvanera como monasterio y vinculada a los benedictinos ha sufrido al menos dos crisis muy graves y serias. En 1940 y en el año 2000. En la primera no se conocían los motivos después de una guerra fratricida y en el 2000 parece ser que era por falta de vocaciones. Y también ha habido alguna crisis posterior.
¿Razones económicas o falta de vocaciones? En 1940 hubo un sacerdote riojano que lanzó un SOS a la diócesis. La llamada debió tener sus efectos, porque en 1954, hace 60 años, y excluyendo cualquier connotación política, se entronizó a Valvanera como patrona riojana.
Pero no deja de ser curioso que monjes benedictinos fundaran el monasterio de El Paular el mismo año porque en La Rioja, entonces provincia de Logroño, no tuvieran medios de supervivencia.
La comunidad religiosa de los benedictinos en Valvanera ha ido disminuyendo como en tantos otros lugares por falta de vocaciones religiosas hasta el punto de que solamente quedaban cinco monjes en el monasterio. En la actualidad hay viviendo en él tres monjes solemnes (dos antiguos y uno joven que hizo sus votos el pasado día 1 de febrero); dos monjes con votos simples (de los que llegaron de Panamá) y cuatro novicios.
La crisis de supervivencia de Valvanera como monasterio se ha mantenido en silencio y sin que trascendieran otros asuntos internos. Durante las últimas décadas ha cambiado el concepto religioso desde el Concilio Vaticano II. Viendo la escasez de vocaciones, la tendencia ha pasado por mantener las pequeñas abadías frente a los grandes monasterios. Ahora se mira menos por el número de monjes y más por la influencia en la diócesis.
Y en el caso de Valvanera, si el número de monjes sigue siendo escaso, la influencia por su devoción supera los límites extraterritoriales. Los últimos capítulos de la congregación de benedictinos han propuesto que las grandes abadías que quedan ayuden a esas comunidades pequeñas. Ahí está Valvanera, pero como Valvanera están Lazcano, Estíbaliz, Samos y El Paular. En 'la Concordia de la Caridad', un documento sobre la vida monástica, se plantea que las comunidades ricas económicamente ayuden a las más pobres. Y también que las abadías florecientes de vocaciones cedan personal a las antiguas...
Valvanera ha logrado superar los contratiempos tanto económicos como de influencia y parece estar en el camino de salvar hasta el de crisis vocacionales. La Virgen de las Abejas ha sido capaz de sobrevivir a los avatares de la Historia, incendios, expolios y otros contratiempos.
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