Deportistas de carrera

Seis deportistas de élite relatan cómo compaginan su vida en la alta competición con los estudios en la UR

Maite Mayayo

Lunes, 21 de abril 2014, 11:23

Son buenos, muy buenos y sus sucesivos podios y medallas lo confirman. Sus sueños de triunfo se cumplen pero también saben que en la mayoría de los casos el deporte no les solucionará la vida. No son 'ronaldos' o 'messis' pero son deportistas calificados oficialmente ... de alto nivel y alto rendimiento por sus éxitos y se preocupan por su futuro cuando sus carreras en las canchas toquen a su fin. Por eso buscan una formación universitaria aún a sabiendas del complicado y sacrificado reto de compaginar aulas y competiciones. La UR acoge a un buen número de jóvenes talentosos en las pistas y, por los resultados,

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también con los libros. La universidad arropa a estos jóvenes facilitándoles el itinerario académico. Se les reserva un cupo de plazas para entrar en la carrera sin tener que acreditar una nota, se les conceden créditos para convalidar asignaturas, se les permite cambiar de grupo o la fecha de examen y no acudir a clase y pueden disponer de un tutor de apoyo. Un trato 'especial' para unas personas también 'especiales' que saben rentabilizar como nadie el poco tiempo de que disponen para entrenar muchas horas diarias, competir y sacar adelante una carrera. Paula Estebas, la mejor deportista riojana del 2013, internacionales en diversas fases de su vida deportiva como Borja Arévalo o Luis Felipe Jiménez, multicampeonas como Yoraxi Meleán, promesas con proyección mundial como Patricia Ortega o deportistas precoces como Carmen García juegan en la 'liga' de la UR y nos cuentan sus historias y sus sacrificios en el difícil partido de la vida.

Paula Estebas | Baloncesto

«Tienes menos tiempo pero te organizas mejor»

Mejor deportista riojana del 2013, campeona de Europa de baloncesto con la selección nacional sub 20, base del Campus Promete (clasificado para la fase de ascenso a Liga Femenina, la máxima categoría nacional)... y, además, estudia 3º del Grado de Matemáticas en la UR (por cierto, con todo aprobado y a curso por año).

A Paula no le parece tan laudable su trayectoria. «Estoy acostumbrada desde pequeña a hacer muchas actividades y lo tienes asumido. Es cierto que tienes menos tiempo pero te organizas mejor. Si tienes dos horas entre la 'uni' y el entrenamiento no te puedes relajar», comenta. «En mi carrera el horario es bueno y no me ha hecho falta cambiar nada. Entrenamos a las 20.30 o 21 horas. Me perjudica en los 'físicos' pero los puedo hacer de forma individual. En general, lo voy compaginando bastante bien», señala.

Paula cree una ventaja vivir en Logroño porque «sales de la 'uni' y en cinco o diez minutos llegas a entrenar a Lobete o al Adarraga». Cada quince días viaja para el partido y en la maleta carga también con los libros y apuntes («me llevo para estudiar o intento dejarlo estudiado con antelación») y si toca examen pues a por él, sin problemas, («el otro día vine de viaje el domingo a las dos de la madrugada y tenía examen el lunes por la mañana»). Y ¿salir de ocio?. «Hay tiempo para todo» -responde con gracejo- Algún jueves por la tarde voy con los de clase y los viernes no entrenamos ni hay clase, así que es nuestro día para todo... y para estudiar». Paula ha pedido convalidar los seis créditos que le corresponden como deportista de alto nivel «pero aún no me han respondido».

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Patricia Ortega | Atletismo

«No quiero renunciar al deporte ni a estudiar»

Practica el heptatlón y en su haber figuran dos mundiales en categoría juvenil y junior y tres encuentros internacionales como junior. En el último celebrado este año en Gran Bretaña, y ya como promesa, logró el bronce. Ha recibido tres ofertas de becas para ir a estudiar a universidades de EEUU pero ella, de momento, prefiere seguir en casa y con su carrera de Educación Primaria (cursa 2º).

Sugerir a Patricia la palabra sacrificio le arranca una sonrisa: «De las pruebas de atletismo el heptatlón es la que más sacrificio requiere porque hay que entrenar siete pruebas». Casi nada. «¿Cómo lo hago? Pues organizándome mucho e intentando llevar todo al día. Por las mañanas voy a clase y por las tardes, entreno; seis días a la semana. Y estudio por la noche, cuando llego. El fin de semana, si se puede, salgo algo pero poco».

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Como se observa su 'modus vivendi' se ventila en cuatro líneas. Sólo a veces y con justificante ha pedido que le cambien un examen pero, en general, afirma que compatibiliza bien el deporte y la faceta académica («llevo todo aprobado y el deporte es también mi evasión», dice). A nivel personal, asegura que no se queja porque «no he tenido que renunciar a cosas que sean tan importantes para mí. ¿A salir por ahí? Bueno, pues sí pero tampoco es imprescindible para mí y he hecho lo que me gusta. Yo no quiero renunciar al deporte o al estudio y si tuviera que hacerlo renunciaría al deporte pero no voy a dejar ninguna de las dos cosas».

Yoraxi Meleán / Voleibol

«Si me decidí a estudiar no voy a abandonar»

Cuando el Murillo fichó a la colocadora internacional Yoraxi Meleán para 'redondear' su plantilla de alto nivel, la jugadora de voley vio la oportunidad de cumplir otro de sus sueños: iniciar su 'gran' carrera, la universidad. Doble campeona de la Superliga con el Menorca, campeona de la Copa de la Reina con el Embalajes Blanco Tramek Murillo, Yoraxi fue, también, la mejor jugadora (MVP) de la pasada temporada de la Superliga femenina de voleibol (antes lo había conseguido en el 'play off' en Menorca) y ahora, además, cursa 1º de Educación Primaria en la UR.

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No ha tramitado su calificación como deportista de alto nivel, lo que le permitiría gozar de 'privilegios' -porque sus notas le daban acceso directo- pero los profesores ya saben a qué se dedica y cuenta con su apoyo, dice ufana. Y es que Yoraxi siente que se ha metido de cabeza en un buen embrollo, aunque sea con gusto. «Siempre he estado en sitios en los que no había cerca una universidad, estaba jugando en competiciones internacionales y me resultaba imposible estudiar. Aquí pensé que era una oportunidad y lo llevo... bueno... voy bastante apuradilla».

Su vida se mueve entre el estudio y los 'entrenos'. «Por la mañana entreno, de tres a siete voy a la UR, aunque las clases son hasta las diez pero yo vuelvo a entrenar. He faltado a clases y no he podido hacer algunas prácticas pero luego las he hecho en tutorías. Aún no me ha pillado ningún examen. ¡Menos mal!», dice. Ella (de origen venezolano) opina que siempre se renuncia a algo: «Yo tengo aquí a mi madre y la tengo abandonada. Sólo le puedo dedicar un poquito de tiempo el domingo. ¿Tiempo libre? Para mí no tengo nada...».

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Yoraxi comenta que tiene muy pocas horas para estudiar pero siempre procura reservar hasta dos horas al día. Lo principal, para ella, es el voley: «Es lo primero y, luego, voy apañando lo demás. Sí, es agotador. Si tuviera que elegir me quedaría con el voley pero ¿abandonar? No. Si yo a estas alturas he decidido hacerlo no voy a abandonar; y además me gusta. Poquito a poco lo iré sacando». Por cierto, Yoraxi reside en Murillo, así que todos los días tiene que dedicar un tiempo para trasladarse a Logroño.

Borja Arévalo/ Baloncesto

«Fui a clase en Primero y después ya no pude acudir»

Ha finalizado sus estudios de Ingeniería Técnica Agrícola y anda enfrascado en su proyecto final de carrera relacionado con la construcción de una bodega. Ligado desde siempre al baloncesto y a su club, el Clavijo, fue convocado y jugó con la selección sub 20 en el Europeo del 2011. Ahora, en el Cocinas.com vive la euforia del deseado ascenso a la máxima liga, sin olvidar la UR.

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«El primer curso fui a clase pero luego me involucré en el deporte profesional y a partir de segundo ya no acudí. Hablo con los profesores, les explico y algunos tratan de ayudar y otros ponen alguna pega», rememora. A la hora de las prácticas surgen más problemas porque «algunas son obligatorias y como no puedo ir a clase las he tenido que hacer fuera del horario. Algún profesor me ha permitido hacer un trabajo en su lugar». Ser deportista de alto nivel le permitió disfrutar de tres o cuatro créditos de libre configuración y contar con un tutor.

Para Borja, este 'estilo' de vida no es «díficil» pero sí «sacrificado» porque, al final, «hay poco tiempo para estudiar» y cuando llegas tarde y cansado de un entrenamiento, «lo último que te apetece es ponerte con los libros». Borja sabe como nadie que el tiempo es oro y por eso ha buscado siempre los ratos «sueltos» y, en cuanto a renuncias, dice que sólo ha desistido de la vida universitaria «pero no de ir al cine o de salir con mis amigos. He salido pero siempre sabía que iba más pillado que el resto».

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Luis Felipe Jiménez | Balonmano

«El balonmano no me va a durar toda la vida»

El expediente universitario de este andaluz de 24 años ha dado ya unas cuantas vueltas. Matriculado en diplomatura de Empresariales en Málaga, el año pasado se trasladó a Sevilla con el Grado universitario de Finanzas y Contabilidad y esta temporada, contratado por el Naturhouse, ha llegado a la UR. Estudia el Grado de Administración y Dirección de Empresas pero ¿en qué curso? Ni él mismo lo sabe porque lleva asignaturas de 1º, 2º y 3º. Lo que puede.

Lateral derecho en el Naturhouse, debutó en la liga Asobal en el 2008. Ha sido internacional juvenil y junior y con la selección llegó a ser campeón de los Juegos del Mediterráneo en el 2006. Este recital de triunfos, sin embargo, no le quitan para que siga en la brecha estudiantil. «Requiere un sobreesfuerzo pero es gratificante. Al final te organizas, cuadras tus horarios, hablas con los profes y lo sacas adelante», cuenta jovial. «Lo hago con agrado porque creo que me ayuda. Me viene bien ir a la 'uni' y sentir que no sólo me dedico al balonmano porque no me va a durar toda la vida».

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Él ha 'cogido' asignaturas compatibles con su vida deportiva y así va saliendo adelante porque los 'entrenos' son todas las tardes y... dos mañanas. « Jota es un entrenador comprensivo cuando le pides una mañana porque tienes un examen. Y los profesores... pues hay de todo». .

Carmen García Rincón | Fútbol sala

«El deporte es importante pero sé que es temporal»

De momento, ser calificada como deportista de alto rendimiento le ha valido a Carmen acceder directamente a Enfermería (la universidad reserva un cupo del 3% para acceso directo de deportistas de nivel). Y es que lleva toda la vida dando patadas a un balón. «A los 14 años debuté en la primera categoría con el Kupsa/Teccan y desde hace tres años estoy en el club Diamante Rioja. En septiembre fui convocada por la selección y jugamos varios amistosos», cuenta. Carmen dice que compagina muy bien las clases y los entrenamientos «aunque el tiempo es muy reducido».

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Entrena entre tres y cuatro días a la semana, unas 12 horas en total, y considera que la clave está en repartir bien el tiempo. «Entre que salgo de clase y voy al entreno, aprovecho y, luego, a partir de las once de la noche cuando vuelvo a casa», dice. Al igual que Patricia Ortega opina que no puede quejarse porque hace lo que realmente desea y no tiene intención de renunciar a nada («salvo que pensaba estudiar inglés y he renunciado pues no me da para más»).

Y practicar deportes opina que «aporta muchos valores para la vida. Te permite aprovechar mejor el tiempo aunque resulte estresante. Yo creo que te entrena para la vida». «Sé que este deporte es minoritario y es algo temporal; por eso me tengo que centrar en los estudios. Quiero ser enfermera aunque el fútbol sea una parte muy importante de mi vida».

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