Casi 120.000 riojanos utilizarán al año la nueva intermodal de Bilbao

Marta se fue con unas amigas el viernes a Bilbao para pasar el puente festivo hasta ayer. Su primera opción, reconoce, era Madrid, pero la cumbre del cambio climático les hizo cambiar de opinión y eligieron el 'botxo' para pasar estos días en un viaje en el que han intercalado varias citas culturales con realizar compras navideñas.

Emma, Rubén y Marta son algunos de los primeros riojanos que han hecho uso de la nueva estación intermodal soterrada de Bilbao, un proyecto que ha superado los 22 millones de euros de inversión (faltan otros 20 para la urbanización en superficie que incluirá un jardín, una residencia de estudiantes y un hotel) y que ha elevado la estación central de autobuses de la ciudad del Nervión a una de las más modernas y seguras de Europa.

La primera prueba de fuego de las nuevas instalaciones, la del puente de la Constitución y de la Inmaculada, se ha saldado con éxito, según informaba de ello ayer el Ayuntamiento bilbaíno. La nueva 'termibus' acogió cientos de movimientos de autocares procedentes o con destino a Madrid, Logroño, Burgos, San Sebastián, Vitoria, Pamplona... En total, y según las previsiones, las dependencias de Garellano asumieron 3.225 circulaciones de autobuses.

Los nexos de La Rioja con Bilbao, más allá de los viajes de ocio, son intensos pues en la capital vizcaína hay muchos estudiantes riojanos que semanalmente se desplazan en autobús, dado que el tren (el trazado por Orduña es desesperadamente lento) no es una alternativa ante el trayecto rápido y cómodo que ofrece el autobús. Anualmente, y con datos al cierre del 2018, unos 117.700 usuarios se dirigen a Bilbao o tienen como destino Logroño.

La estación cuenta con dos entradas (una peatonal y otra directa del metro), y con cuatro plantas subterráneas, dos de ellas destinadas a albergar 500 plazas de garaje y el túnel de lavado de autocares. En el primer sótano están las taquillas, la cafetería y un mirador de cristal desde el que se pueden observar las 30 dársenas situadas en el segundo piso. A esta zona sólo pueden acceder los usuarios con billetes de autobús tras validarlos en los tornos instalados al efecto. Si se trata de una persona mayor, el acompañante puede ayudarle pidiendo previamente un pase en la oficina de Información.