«Se lo han llevado todo a las grandes urbes y nos tenemos que buscar la vida»

Dice la historia de Torrecilla sobre Alesanco que la primera mención documental de la villa aparece en el Fuero de Nájera, otorgado por el rey Sancho III el Mayor hacia el año 1020. Hoy en día cuenta con unos 33 habitantes, según indica su alcalde, Braulio Amutio Sobrevilla, quien tras varios años de concejal, ocupa la Alcaldía desde junio del 2019. Torrecillano de nacimiento, tiene 68 años, está jubilado de su profesión de agricultor, y reside en Uruñuela, «pero estoy empadronado aquí y vengo continuamente para atender el Ayuntamiento y a los vecinos».

– ¿A qué achaca el despoblamiento del mundo rural?

– Para mí es culpa de los gobiernos sucesivos que ha habido, que no han apoyado a los pueblos y se lo han llevado todo a las grandes urbes. Me da lo mismo hablar de Nájera que de Santo Domingo porque también van para abajo. Se lo han llevado todo a Logroño, Madrid, Barcelona o Bilbao y los de aquí nos tenemos que buscar la vida. Un joven agricultor, aunque venga aquí a cultivar la tierra, está casado en Nájera y vive allí, sus hijos van al colegio en Nájera.

– ¿Qué se podría hacer para tratar de recuperar población?

– Al campo es muy difícil que vuelvan, muy difícil. Yo mismo tengo dos hijas y he dado las tierras a otros, porque ellas ya tienen sus carreras y están trabajando en lo suyo y no se van a venir aquí. Ellas, aunque su padre sea agricultor de toda la vida, no han vivido el campo. Para ser agricultor tienes que vivir el campo. Si se mejorara lo de Internet, igual alguien se podía venir pudiendo trabajar desde casa.

– Estando tan cerca de Alesanco, ¿por qué aquí no ha llegado el turismo que llega allí?

– Porque nosotros no tenemos los servicios que tienen ellos.

– ¿Qué hay en Torrecilla sobre Alesanco?

– Hasta el mes pasado teníamos estanco, pero falleció la estanquera y no se ha vuelto a abrir. Tenemos el bar del Ayuntamiento que solo se abre en las fiestas. Hay consulta médica en días alternos y para una urgencia está Alesanco. Viene el pescadero un día a la semana y otro comerciante también.

– ¿Cómo ve el futuro?

– No lo sé. En diez o quince años los que estamos desaparecemos, y los hijos a qué van a venir aquí.

– ¿Ha afectado la pandemia en el pueblo, no en cuanto a casos, sino a la preocupación de los vecinos y demás?

– Aquí, no ha habido ningún caso, al menos que sepa yo. La gente se está preocupando de mantener las medidas de seguridad que se piden, las distancias entre las personas, las mascarillas...