«No tenemos ni cobertura... y te desesperas. Si la hubiera, sería distinto»

–Hace un siglo, Rabanera contaba con 200 habitantes. ¿Qué ha sucedido para perder tantos residentes?

–Ya antes la gente miraba para la capital porque los pueblos no tenían vida. En tiempos había industria textil, en época de los Heredia, que luego crearon empresas en Málaga.

–¿Ha sido un pueblo ganadero?

–Prácticamente siempre ha habido ganadería, ahora hay cuatro y un apicultor. Antes también había agricultores.

–¿Está el Camero Viejo olvidado por los políticos regionales?

–Sí. Deberían ayudarnos más para intentar que venga la gente de fuera o al menos que se quede la que hay. Aquí, en Rabanera, casi no hay ni internet, y así no se fomenta el trabajo desde casa.

–En su caso, ¿cuánto crece el pueblo en verano?

–En verano cambia mucho la cosa, hay mucho veraneante. En agosto es cuando más gente hay, igual somos 140 personas, con muchos críos. Y siempre se hacen actividades, sobre todo con la asociación. Entonces da más alegría ver a los niños y recuerdas la época de antaño.

–¿Cómo se ha vivido el estado de alarma en Rabanera?

–No ha habido ningún caso. Alguna gente, unas tres familias, se quedaron confinadas aquí porque les pilló aquí, pero ya se ha vuelto a la normalidad.

–¿Qué atractivos cree que tiene Rabanera para atraer población o, al menos, turismo?

–Es un pueblo muy tranquilo, con bonitos paisajes, lagunas... Es un pueblo con muchas rutas senderistas. Pero será difícil atraer población si no hay trabajo, así es complicado.

–¿Qué necesitaría el pueblo para atraer y fijar población?

–Internet. Eso es fundamental. Si no tenemos ni cobertura... y te desesperas. Eso sería esencial para que la gente se pudiera animar y subir. Si lo hubiera como en la capital, sería distinto, porque así la gente al menos podría trabajar desde casa. Y, por otra parte, andamos muy justos con los médicos porque tenemos uno solo para todo el Camero Viejo, necesitaríamos que le pusieran ayudantes, porque en verano aumenta mucho la población. También, que arreglaran la carretera de acceso al pueblo.