La niebla suele ocultar el cielo de Moscú tanto en verano como en invierno. Esa atmósfera velada parece enturbiar la política local, escasa en luces y certezas. Durante la etapa soviética, los analistas intentaban descifrar el ascendiente real de los miembros de la nomenklatura, la ... élite comunista. Hoy, los politólogos también se afanan para desentrañar las jerarquías reales del Kremlin, que aún sigue siendo un entramado de nombres de incierta importancia, empresas privadas que parecen entremezclar sus actividades con las funciones de la Administración, ambiciones encubiertas, sospechas, muchas amenazas, quizás algunas 'boutades' y, posiblemente, una estrategia en la sombra para recuperar el poder perdido tras el fin de la URSS.
Yevgueni Viktorovich Prigozhin es uno de los exponentes de esa compleja ambigüedad. Este empresario controla de la compañía Wagner, el brazo armado y, por supuesto, oculto de Rusia. Al menos, hasta ahora.
Su decisión de ocupar la ciudad rusa de Rostov y encaminarse hacia Moscú, en pos de una improbable persecución del ministro de Defensa y la máxima cúpula militar, a quienes culpa del curso negativo de la invasión y de las pérdidas humanas en su propio batallón, le ha retirado irremediablemente del círculo de amistades del presidente. El propio Putin le ha calificado este sábado como una «amenaza» e incluso ha comparado su rebelión« con la revolución de 1917, un síntoma de lo profunda que es su cólera. Cualquier experto al que se le pregunte en estos momentos responderá que los puentes entre ambos líderes están rotos irremediablemente.
Lo curioso de la acción de Prigozhin es que él mismo se ha puesto en la diana del Kremlin que alguna vez ayudó a construir. Ha pasado de ser «el carnicero» de Putin, como se le apodaba por su pasado vínculado a la industria cárnica, al enemigo de Putin. En definitiva, ahora lucha por su propia supervivencia en este pulso con las fuerzas armadas rusas despúes de que su arresto haya sido ordenado. Cuando menos, se enfrenta a la defenestración.
El perfil de este hombre, de 61 años, recuerda al de otros sujetos vinculados a la clase dirigente. Como otros jerarcas de extracción humilde, su primera trayectoria, ligada a los bajos fondos, quedó felizmente enmendada en los albores de la Federación Rusa, esa etapa que sirvió a algunos privilegiados para acumular rápidamente enormes fortunas. En 1990 fue liberado tras permanecer nueve años en la cárcel por delitos de fraude y robo.
La suerte de Prigozhin cambió definitivamente a principios de siglo cuando, al parecer, Vladimir Putin degustó la ensalada de cangrejo que se sirve en el 'New Island', su restaurante flotante en el río Neva. Las veladas en el barco permiten cenar y, paralelamente, disfrutar de las vistas de San Petersburgo, ciudad natal de ambos. Al parecer, existe una relación entre esos banquetes y la concesión de contratas a la empresa de catering de Prigozhin, otro de sus negocios. A partir de ahí llegó su apodo de chef de Putin, aunque no ejerce labores de cocina.
Pero eso sólo fue el principio. Su entrada en la esfera pública fue fulgurante. El magnate pasó del negocio hostelero al de los medios de comunicación. A lo largo de los siguientes años, puso en marcha un conglomerado de medios cibernéticos de apoyo a Rusia denominado 'Patriota'. Algunos recurrían a tácticas sibilinas. En 2015 su nombre se asociaba con las 'fábricas de trolls', los equipos de hackers dedicados a influir en la política internacional. Años después, el mismo reconoció la creación de la Agencia de Investigación de Internet o Glavset, una empresa dedicada a la propaganda y la difusión de 'fake news' de apoyo a los intereses gubernamentales. La conexión entre este proyecto y los servicios de inteligencia resultaba evidente. El fiscal estadounidense Robert Mueller lo señaló como el agente utilizado por Rusia para favorecer la campaña presidencial de Donald Trump.
La proyección pública de Prigozhin, ya convertido oficialmente en héroe ruso, llegó con la guerra del Donbass hace nueve años. Desde entonces, el empresario es reconocido como el presidente del Grupo Wagner, organización paramilitar que, a lo largo de la última década, ha intervenido como actor en diversos conflictos siempre desde posiciones proclives al Kremlin. Tras el bautismo de fuego en Ucrania en la primera guerra del Donbass, participó en Siria y, posteriormente, se ha expandido por África, un continente considerado estratégico para los intereses políticos y económicos de Rusia.
Prigozhin se grabó ante decenas de cadáveres de sus mercenarios pidiendo munición a Rusia
Aunque Yevgueni Viktorovich Prigozhin se ha convertido en el portavoz de la compañía y probable financiador, se achaca su formación material a Dmitri Utkin, un oficial retirado procedente de las fuerzas especiales.
La exposición pública de Prigozhin como 'militar' alcanzó su máxima cota la pasada semana cuando se grabó en un vídeo, ante decenas de cadáveres de sus mercenarios, reclamando munición a Rusia y amenazando con abandonar la lucha en la emblemática ciudad de Bajmut. Un amenaza que, como se preveía, ha quedado en nada.
La guerra de Ucrania ha catapultado definitivamente a Prigozhin y a Wagner. Su protagonismo bélico ha quedado de manifiesto tras las derrotas del ejército regular. Pero el mayor avance se ha producido en la región del Sahel. Los paramilitares han relevado a Francia, la antigua metrópoli, en la protección armada a los gobiernos acosados por la ofensiva yihadista.
En África
La recepción de Wagner en, al menos, una decena de países africanos, se ha acompañado de campañas de imagen que acuden al anticolonialismo y pretenden demostrar el apoyo popular. Pero, una vez más, la verdad queda en un segundo plano. La llegada de los rusos no ha cambiado la correlación de fuerzas y ya se los ha implicado en violaciones de derechos humanos de envergadura, caso de la masacre en la aldea maliense de Moura. Además, el apoyo militar es oneroso y se paga con derechos mineros para empresas pantalla, tal y como ha sucedido en República Centroafricana, Burkina Faso y Sudán. Wagner es el ariete de la penetración empresarial del coloso eslavo.
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