Con un precio de entre 300 y 500 millones de euros, la villa cuenta con 126 habitaciones y doce hectáreas de zonas verdes. AFP
Ecos del mundo

Villa Certosa: del 'Cavaliere' al sultán de Brunei

El monarca asiático quiere comprar la lujosa mansión de Cerdeña donde Berlusconi acogía a los mandatarios internacionales y celebraba sus polémicas fiestas

Sábado, 27 de julio 2024, 18:11

Cuando tienes en el garaje 452 Ferraris, 500 Rolls Royce y otros miles de coches de lujo para llegar a un total de unos 7.000 vehículos, con un valor estimado de 5.000 millones de euros, está claro que no te va bien cualquier ... casa para pasar las vacaciones. Y no porque te vayas a llevar de veraneo todo tu parque automovilístico; la riqueza, a esos niveles, exige generalmente en quien la posee un lujo tan elevado que no resulta fácil de satisfacer.

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Ese tipo de problemas son los que afronta el sultán de Brunéi, Hassanal Bolkiah, monarca absoluto desde 1967 de esta pequeña nación islámica situada en la isla asiática de Borneo, que comparte con Indonesia y Malasia. Considerado uno de los hombres más ricos del mundo gracias a los yacimientos de petróleo y gas que hay en este territorio de menos de medio millón de habitantes y con una superficie poco mayor que la de Cantabria, el sultán estaría interesado en ampliar su patrimonio con la compra de una de la propiedades inmobiliarias más lujosas de las que están a la venta en Europa. Se trata de Villa Certosa, la mansión que poseía en Costa Esmeralda, la zona más exclusiva de la costa de Cerdeña, Silvio Berlusconi, el cuatro veces primer ministro italiano fallecido en junio del año pasado.

Villa Certosa no era una más de las residencias estivas del magnate. Con sus 4.500 metros cuadrados, 126 habitaciones y unas zonas verdes que se extienden por 120 hectáreas, esta finca cuyo precio se estima entre 350 y 500 millones de euros fue durante años el centro del poder 'berlusconiano' durante los veranos. Por allí pasaron líderes mundiales como los presidentes de Estados Unidos y Rusia, George W. Bush y Vladímir Putin, primeras figuras de una larga lista de mandatarios entre los que también están el británico Tony Blair o los españoles José Luis Rodríguez Zapatero y José María Aznar.

No obstante, fue un jefe de Gobierno mucho más desconocido, el exprimer ministro checo Mirek Topolanek, quien se convirtió a su pesar en uno de los huéspedes más célebres de Villa Certosa al ser cazado por un fotógrafo en 2009 mientras caminaba desnudo por la propiedad. La publicación de aquellas imágenes, obtenidas por el reportero gráfico Antonello Zappadu tras pasarse durante semanas apostado entre los arbustos en los alrededores de la finca, provocaron un enorme escándalo internacional. Además de Topolanek, también se veía en las fotos a varias jóvenes, algunas de ellas con el pecho desnudo, que habrían participado en las célebres fiestas que le gustaba organizar a Berlusconi. Entre las muchachas que se hospedaron en Villa Certosa estaba Noemi Letizia, la muchacha de Nápoles a cuyo 18 cumpleaños acudió el magnate, lo que precipitó que su segunda esposa, Verónica Lario, acabara pidiéndole el divorcio.

Un búnker y un volcán

Aquella polémica propició que el ex 'Cavaliere' se decidiera a intentar vender la mansión por un precio de partida de 450 millones de euros. Se interesaron en un primer momento multimillonarios como el jeque Khalifa bin Zayed bin Sultan al Nahyan, entonces presidente de Abu Dabhi, y los oligarcas rusos Roma Abramovich, expropietario del club de fútbol londinense Chelsea, y Tariko Roustam, dueño del vodka más bebido en su país. La venta finalmente no se pudo cerrar hace 15 años y son ahora los cinco hijos de Berlusconi, herederos de su gigantesco patrimonio, valorado en 4.000 millones de euros, los que tratan de que se decida a comprar Villa Certosa el sultán de Brunéi.

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Incluso habría visitado recientemente en persona la propiedad, según informó el diario italiano 'Corriere della Sera', aunque no se sabe si lo hizo viajando hasta Cerdeña en uno de sus aviones privados, un Boeing con el interior chapado en oro cuyo precio es superior a los 200 millones de euros. Se trata de una excentricidad más de este monarca absoluto de 77 años que administra una fortuna familiar que supera los 18.000 millones de euros.

Casado en tres ocasiones y con 12 hijos, el sultán de Brunéi podría ofrecer Villa Certosa como regalo de cumpleaños a uno de sus retoños, el príncipe Abdul Mateen, que se casó el pasado mes de enero protagonizando unos festejos que se prolongaron durante 10 días. Si finalmente esta familia real asiática se decide a formalizar la compra, tendrá que decidir cómo reforma la vivienda, en la que Berlusconi dejó su sello personal. Lo hizo por medio tanto de los numerosos símbolos masónicos presentes como por sus llamativas extravagancias constructivas, entre las que destacan una gruta-búnker con conexión al mar y un volcán artificial que simula una erupción.

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