La UE inicia la negociación de Gibraltar para quitar la frontera

Este acuerdo conllevará la retirada de la verja pero, a cambio, incluiría controles de personas y mercancías en el aeropuerto y el puerto. Algo para lo que España tendría la asistencia de Frontex (la Agencia Europea de la Guardia de Fronteras y Costas) durante al menos cuatro años.

La invitación formal del Consejo para que Bruselas tome las riendas de la negociación venía encarrilada después de que los embajadores permanentes en Bruselas de los Veintisiete allanaron el camino la pasada semana. Así que este martes solo se firmó una ratificación, sin debate alguno, por parte de los ministros de Economía y Finanzas (Ecofin) en Luxemburgo.

A partir de ahí se precisa que el acuerdo potencial entre el Ejecutivo comunitario y Londres «debe entenderse sin perjuicio de las cuestiones de soberanía y jurisdicción»; un matiz importante que no altera las aspiraciones españolas sobre el Peñón y que tendría también en cuenta otros elementos de fondo como que el 96% de los gibraltareños votó en contra del 'brexit'.

Los Veintisiete subrayan en su comunicación que «se autoriza la apertura de negociaciones para la celebración de un acuerdo entre la UE y el Reino Unido con respecto a Gibraltar, así como las directrices de negociación». Bruselas pilotará, en definitiva, el proceso para regular el tránsito fronterizo entre el territorio británico y España como puerta de entrada de la UE. Algo que quedó fuera del tratado comercial genérico del 'brexit' sobre la relación futura con Reino Unido.

La cuestión es el tiempo que será necesario para que pueda alcanzarse ese nuevo marco. Porque ni las relaciones entre Londres y Bruselas atraviesan su mejor momento ni llegar a esta luz verde ha sido fácil en los últimos meses. Porque tras el acuerdo del 31 de diciembre, antes del parón estival, la Comisión Europea presentó una recomendación al Consejo para la apertura de negociaciones que ya generó malestar en Londres.

¿La razón? Una referencia a que el control y vigilancia de las fronteras «correrían a cargo de España», sin mencionar expresamente a Frontex como la 'ejecutora' de esas inspecciones, aunque en la comunicación lanzada a los medios sí se apuntaba a la posibilidad de solicitar su asistencia si España así lo consideraba.

Ahora sí existiría esa referencia a que se contará con el apoyo de Frontex durante cuatro años, algo que apacigua los ánimos y que permite ser optimista sobre el resultado de una negociación que va a estar comandada por uno de los vicepresidentes de la Comisión Europea, el eslovaco Maroš Šefčovič.